Así funciona el multacar de la Policía Local
Es la una de la tarde cuando de las instalaciones de la Policía Local de Cuenca empieza a circular el vehículo de control de tráfico. De la calle Duque de Ahumada gira hacia la calle de la Guardia Civil dirección avenida de los Reyes Católicos, y es justamente en ese giro cuando las cámaras del vehículo entran en funcionamiento y empiezan a capturar infracciones.
Vehículos de reparto o turismos aparcados doble fila, motocicletas que han estacionado en la parada del autobús, coches que llevan más de media hora aparcados en carga y descarga o que, con el objetivo de ir su conductor 10 segundos a la tienda, se han subido a la acera y han puesto los intermitentes. Estas son algunas de las infracciones que, en cinco minutos de circulación por el barrio del siglo XXI, captura el denominado ‘multacar’, un vehículo que aunque se adquirió en 2021, empezó a controlar el tráfico de la ciudad a principios de este año.
Pero, ¿cómo funciona este vehículo? Un equipo de Las Noticias de Cuenca ha acompañado a los agentes José Luis y Gonzalo, quienes explican las particularidades de este vehículo que se dedica a detectar infracciones de malos estacionamientos, sin tener en cuenta la zona azul. Tiene dos cámaras, una en cada lado del vehículo, que van tomando fotografías tanto hacia delante como por la parte trasera y un GPS que localiza en todo momento el lugar donde se ha tomado dicha fotografía.

En total son ocho los agentes que han realizado la formación para conducirlo, y su conducción se puede hacer de dos modos: tanto por parejas como de forma individual, teniendo el coche también dos modos de configuración.
El primero de ellos, que se activa generalmente cuando va en el coche un solo agente consiste en la toma de fotografías en cascada, capturando todos los vehículos que están estacionados sin discriminar si están bien o no. Cuando llegan a la comisaría, losa gentes filtran las fotos, tramitando las denuncias de los coches que efectivamente estaban cometiendo algún tipo de infracción en materia de circulación.
El segundo modo, que se activa generalmente cuando van los dos agentes, consiste en la captura simple, tomar las fotografías solamente en el momento que los oficiales de la Policía Local ven la infracción y activan el sistema. Para ello, el coche dispone de una tablet en la que automáticamente se van volcando todas las imágenes, y ahí se puede ver en directo tanto las fotografías generales que se toman, así como imágenes detalle de las matrículas.
El aparcamiento en doble fila o en intersecciones que limitan la visibilidad son las infracciones más comunes que cometen los conductores conquenses, una práctica que sobre todo se hace en las calles que tienen dos carriles por sentido.
Entre las zonas de la ciudad que mayor conflictividad presentan desde que se puso en marcha el vehículo están el entorno de la calle Guardia Civil y Siglo XXI, las amplias avenidas de Villa Román como la del Mediterráneo o la Música Española así como el ensanche de Princesa Zaida, zonas donde, aseveran los agentes, “es muy habitual ver que los conductores o repartidores aparquen en doble fila unos minutos para comprar el pan, ir a la farmacia, etcétera”.
“Aunque sea un tiempo breve, ya se está comprometiendo la seguridad vial porque se está obstaculizando el tráfico, y de ahí que sea importante la presencia de este vehículo ya no solo para multar, sino para sensibilizar”, explican los agentes.
Además, otras infracciones que también detecta este vehículo de la Policía Local es la de aparcar en cualquier zona del Casco Antiguo sin tener autorización. También en la parte alta, sobre todo en Semana Santa, se multó a aquellos vehículos que estacionan en los arcenes de la carretera, dejando un carril para doble sentido en vez de los dos carriles.

DOBLE TRABAJO
El trabajo de los agentes que utilizan el multacar es doble: por un lado, conducen por todas las calles de la ciudad tomando fotografías en cascada, pero luego cuando están en la comisaría, con un pendrive se pasan todos los datos que se han tomado a un ordenador y desde ahí se filtran las imágenes para realmente denunciar a los que estaban cometiendo infracciones.
“Desde que el vehículo toma la fotografía hasta que llega la multa suele pasar una semana, siendo las sanciones, mayoritariamente, de carácter grave, por lo que el conductor tendrá que pagar 200 euros, 100 si la abona dentro del periodo de pronto pago”, subrayan los agentes de la Policía Local conquense.
No precisan cuántas multas se han impuesto a través de sacar el multacar a la calle desde enero, pero sí que detallan que este fin de semana salió a la calle tanto el sábado como el domingo. Ahí se tomaron cientos de fotografías que, una vez filtradas, han concluido con 17 sanciones el sábado y más de una veintena el domingo.
La periodicidad con la que sale el vehículo de control de tráfico a la calle varía en función del número de agentes que estén en cada turno, pero sí que suele circular de forma asidua, tanto de día como de tarde o de noche, ya que está adaptado para que pueda tomar fotografías en diferentes modos y circunstancias.
“Si la gente piensa que sacamos el vehículo por afán recaudatorio están equivocados, porque se saca en ocasiones contadas y cuando se hace está poco tiempo, porque lo que queremos es que la gente sepa que está ahí y dejen de hacer ciertas prácticas para garantizar así la seguridad vial de la ciudad, que se erradiquen”, explican José Luis y Gonzalo.