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Archivo Histórico Provincial, testigo y protagonista de la historia

"El archivo está abierto a todos los ciudadanos y no es necesario pedir cita. Lo único que la gente interesada tiene que hacer es venir"
24/05/2016 - Gorka Díez
En lo alto de la capital conquense, muy próximo a ese arco de Bezudo que sirve de entrada al barrio del Castillo, se encuentra un edificio desde el que se contempla buena parte de la ciudad, un inmueble construido originalmente a partir de 1572 cuya ubicación privilegiada le ha permitido ser “testigo y protagonista” de la historia de Cuenca, funcionando a lo largo de los siglos como sede del Tribunal del Santo Oficio, cuartel de tropas francesas y carlistas, cárcel provincial y, desde el 6 de mayo de 1991 –efeméride de la que hace unos días se cumplió el 25 aniversario– Archivo Histórico Provincial, cuya principal función es conservar entre sus paredes cuando ha sucedido y sigue sucediendo en la provincia.

Miles de documentos como expedientes judiciales, registros notariales, informes de las antiguas Cámaras Agrarias Locales, del denominado “movimiento nacional” o –probablemente la documentación más valiosa– todos los archivos religiosos producidos en iglesias, parroquias, conventos o monasterios de la provincia entre los años 1218 y 1881, hasta la desamortización de los bienes eclesiásticos que se produjo en el siglo XIX, se encuentran en la sede de este inmueble propiedad del Estado y gestionado por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha con acceso abierto a todos los ciudadanos que necesiten o quieran explorar nuestro pasado, desde particulares a administraciones, estudiantes a investigadores, historiadores a profesionales de la información.

Para adentrarse en sus fondos, no hace falta autorización, ni pedir hora. “Lo único que la gente interesada tiene que hacer es venir”, señala su directora, Almudena Serrano Mota. “Aquí tomamos sus datos y resolvemos su problema o satisfacemos su curiosidad histórica o la necesidad de realizar un trabajo”, añade.

En los últimos años, es numeroso el público que visita este archivo ubicado en la calle del Trabuco. Así lo demuestran las estadísticas de petición de documentos: solo el año pasado, 2015, fueron un total de 12.435 los usuarios atendidos y 18.000 las copias compulsadas que se expidieron.

Entre las principales peticiones, destacan las copias compulsadas de documentos generados por Hacienda (catastro de rústica y urbana). Quienes las solicitan buscan demostrar que son propietarios de un determinado inmueble o terreno y resolver problemas derivados de esa propiedad.

Son asimismo muchos los investigadores en busca de documentos que dan base a su tesis de doctorado, máster o fin de grado, principalmente, nacionales pero también extranjeros. A estos usuarios el archivo les proporciona copias digitales, previa petición del interesado, evitándoles, en algunos casos, tener que acudir a sus instalaciones para acceder a la información solicitada.
Y los hay, también, “que investigan de un modo profano, haciendo sus trabajos por curiosidad o afición, como jubilados que dedican parte del tiempo que ahora tienen a sus aficiones. El público que tenemos es diverso y amplio”, destaca Serrano Mota.

Es también destacable el papel como usuario de la Administración productora de los documentos transferidos al Archivo Histórico: periódicamente transfiere su documentación y, pasados los años, es habitual que solicite expedientes en préstamo con el fin de solventar trámites administrativos.

INVESTIGACIONES
La propia directora del Archivo realiza también un trabajo técnico y de investigación-difusión de la documentación. “Estoy especialmente orgullosa de haber encontrado un documento de 1498 que recoge la decisión de fundar el Convento de las Franciscanas de Cuenca, que tradicionalmente se consideraba de 1504, según las fechas de la bula autorización de Roma”, señala.
También descubrió, en el marco de la descripción de los documentos del monasterio de Bernardas de Cuenca, unos bifolios de un códice de una copia de uno de los libros del Corpus Iuris Civilis (Digesto), “nuestro derecho civil actual, desde la recopilación del emperador Justiniano hasta hoy”.

Los fondos del Archivo también le han permitido indagar en la evolución de la violencia en el ámbito de las relaciones humanas. Aunque la conclusión es que no ha habido evolución. “Las formas de violencia dentro de la familia son las mismas desde el siglo XVI hasta hoy. No ha cambiado nada”, dice Serrano Mota, como adelanto de una conferencia sobre maltrato en la Historia que impartirá el 23 de noviembre, dos días antes de la celebración del Día Internacional contra la Violencia a la Mujer, dentro de unas jornadas de conmemoración del 25 aniversario de la sede del Archivo.

Y lo que se podría investigar a través de los fondos de este espacio es casi ilimitado. He aquí un ejemplo más: “Podríamos reconstruir el paisaje forestal de la provincia, porque son muchos los documentos que hablan del tipo de especies arbóreas que años atrás existieron. Sobre todo cuando se delimitaban propiedades se hablaba mucho de los árboles que había, de los ríos, de los caminos…”

RESPUESTA DEL TRIBUNAL
La atención a los usuarios es rápida gracias a que el Archivo, cuenta su directora, tiene su documentación organizada, lo que permite localizarla fácilmente a través de su base de datos. “Normalmente, cualquier petición que haga un usuario se resuelve en una misma mañana, ya que la documentación que conservamos está gestionada en base de datos que nos garantiza un acceso rápido a la información”.

El Archivo se compromete, por ejemplo, a entregar copias y certificaciones solicitadas en un plazo de 48 horas o a resolver en un máximo de siete días las consultas remitidas por correo postal, teléfono, fax o correo electrónico. Incluso, ofrece asesoramiento e información sobre cualquier documento que esté custodiado en otros archivos, según los indicadores de la Carta de Servicios del centro.

PLANTILLA
Para esta labor, la plantilla está formada por diez trabajadores, y la directora resalta el “extraordinario trabajo” que desempeñan. “No es solo trabajar, sino dedicarse al trabajo”. Los usuarios también lo aprecian, ya que en las encuestas de satisfacción que se les hacen la nota media es de 4,97 puntos sobre 5.

Entre los retos para los próximos años está el de conseguir que el archivo esté digitalizado y pueda consultarse vía on-line. “Es nuestra aspiración, un proyecto en el que trabajamos: que se pueda acceder al archivo a través del Portal de Archivos Españoles (Pares) del Ministerio de Cultura”.

Mientras tanto, lo que está claro es que los fondos documentales del edificio no dejarán de crecer, pues a él se transfieren documentos procedentes de las administraciones central y la regional. “Dada la volatilidad que hay hoy en día, se trata de recopilar lo que se hace y preservarlo para que, en un futuro, las próximas generaciones puedan saber cómo vivíamos en el siglo XXI”, concluye.

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA ESTUVO AQUÍ 
La Inquisición Española, fundada en el año 1478 por los Reyes Católicos y vigente hasta entrado el siglo XIX, fue un tribunal controlado por la Iglesia y la monarquía que actúo especialmente contra la herejía pero también contra prácticas como la bigamia o la homosexualidad, que en no pocas ocasiones se castigaban con la muerte. Los datos de ajusticiados no están claros, pero hay expertos que consideran que la cifra pudo rondar los 30.000 en toda España.

Esto es algo afortunadamente superado, pero que queda ahí, como una mancha en la historia de España. Y es fácil que a uno le vengan a la memoria algunos de aquellos procesos de los que tanto han hablado el cine o la literatura al pasar por la que fue la sede de aquel tribunal.

La propia directora del archivo reconoce que puede “impresionar” entrar en el archivo y pensar en aquellos años. “Los expedientes del tribunal están en el archivo diocesano, pero cuentan cosas que pasaron aquí, lo que puede parecernos doblemente dramático, porque hay procesos que no es lo mismo leerlos fuera de aquí que aquí. Es la historia de España”.

A modo de ejemplo, comenta el caso de un morisco que fue traído al tribunal de Cuenca desde Soria, sobre la que entonces Cuenca tenía jurisdicción, y al que se  acusó de hechicería y se le aplicó la máxima condena: morir en la hoguera. Sucedió sin embargo que estaba muy enfermo y fue trasladado al hospital de Santiago, donde murió. Y para que no se quedara sin el castigo impuesto, transportaron en una caja sus restos a Toledo, donde fue sometido a un auto de fe, en la plaza de Zocodover, ante Felipe III.

FRAY LUIS DE LEÓN
Curiosamente, uno de los encarcelados por la Inquisición, en concreto por el tribunal de Salamanca, fue el poeta de Belmonte Fray Luis de León, que fue acusado de preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina adoptada por el Concilio de Trento. Y hoy sucede que una estatua en su homenaje, obra de Javier Barrios, saluda al visitante a la entrada del Archivo. “Es una ironía de la historia estar delante del edificio que durante años representó a la institución que lo tuvo preso en Salamanca… Pero yo creo que queda muy bien, que es además una escultura espléndida, muy bonita, con esa forma que tiene de coger el libro…”, dice la directora.

El inmueble, tras sufrir un abandono de casi dos décadas, estaba prácticamente hecho una ruina cuando en los ochenta se rehabilitó para ubicarlo como sede del archivo. Se necesitó entonces una inversión de 300 millones de pesetas de la época para llevar a cabo la obra.

Cuenta con casi 5.000 metros cuadrados construidos, distribuidos en cuatro pisos, en los que, junto a una salta de consultas con 24 puestos de lectura, destaca la parte destinada a la conservación de documentos, con amplias dependencias distribuidas por los pisos. En ellas, los profesionales del centro están pendientes de que haya unas buenas condiciones de temperatura y de humedad, evitando los contrastes, tan dañinos para los documentos.

ANIVERSARIO DE CONFERENCIAS
Al valor del Archivo Histórico como tal hay que añadir toda una serie de actividades culturales que este espacio realiza anualmente y a las que el año pasado, por ejemplo, asisitieron en torno a 3.000 personas.

Así, hay  que destacar los talleres y visitas guiadas que se organizan dirigidos a todo tipo de alumnos, de Infantil a la Universidad, para fomentar el patrimonio y la historia, tan relacionada con el mundo de la educación. 

Este año, además, se han organizado conferencias con motivo del 25 aniversario de la inauguración de la sede actual del Archivo, en las que distintos investigadores dan a conocer estudios que tienen como base documentos del propio Archivo y su historia.
Hasta la fecha se ha hablado en ellas de los orígenes de la Semana Santa de Cuenca pero también de las raíces judeoconversas de Diego Laínez o de la familia de Felipe II, que fue el monarca que cedió espacio al Tribunal del Santo Oficio un 30 de septiembre de 1574.

Y, tras el verano, el ciclo se reanudará con conferencias a cargo de Joaquín Saúl García Marchante, que el 18 de octubre hablará sobre la importancia del mundo rural en la provincia; la propia directora, Almudena Serrano Mota, que el 25 de octubre hablará sobre cómo transcurrieron los años de la Transición, que coincidieron con la decisión de elegir la nueva sede del Archivo, y, el 23 de noviembre, sobre la violencia y el maltrato en la historia; y Juana María Huélamo Belinchón y Josep Maria Arias i Solis, que el 31 de octubre hablarán sobre la arqueología de la represión, tomando como ejemplo el edificio de la Inquisición en Cuenca.