La prensa sigue muy viva en Albalate de las Nogueras
Me acuerdo y mucho de mis actividades en prensa y radio, y si cabe, aún sigo haciendo mis pinitos periodísticos en varios diarios castellano manchegos y conquenses, porque expresar nuestras opiniones, libres, voluntarias y consentidas es, sin duda, una muestra clara de la libertad democrática que disfrutamos.
Y eso lo hacen nuestros periodistas conquenses, muchos naturales de esta Tierra y otros “enconquensados” en ella, por eso del valor de la generosidad y hospitalidad que ofrecemos con frecuencia. Y no sé por qué, pero esta Cuenca tiene algo que los hace potencialmente activos y cualificadamente muy capaces al mundo de la comunicación, expresando en sus redacciones escritas y orales, cómo se ha de escribir y conceptualizar el mecanismo de nuestro buen lenguaje para ser entendido e interpretado con sapiencia y voluntad.
Hay, sin duda, muy buenos periodistas aquí, y ahora que se ha celebrado la entrega de los V Premios de Periodismo Local, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa y coordinado por la Asociación de la Prensa de Cuenca y el apoyo de la Fundación Global Caja, el popular periodista de la Cadena Ser, Paco Auñón, ha sido el verdadero triunfador, alzándose con ese V Premio al Trabajo del Año, gracias a su artículo “Desplazados de la guerra: de las bombas de Madrid al remanso de un pueblo de Cuenca” y lo quiso dedicar a esas personas de todo el mundo que han tenido que dejar su hogar en busca de un lugar y una vida mejor, dejando a veces a toda su familia.
Un excelente trabajo de un excelente periodista que conjuga bonhomía y experiencia, pero sobre todo, capacidad de reflexión y análisis volcado hacia un periodismo libre y moderno.
Sin duda, le tengo mucho afecto a este “muchachote” de Albalate de las Nogueras, y ójala fuera también revertido el suyo hacia mí, porque lo conozco desde hace demasiado tiempo -aunque nunca es demasiado-, enlazando ese lugar natal donde tantos recuerdos tengo y mis trabajos constantes de divulgación histórica y tradicional o costumbrista que he realizado y sigo haciéndolo, para este medio y otros de nuestra ciudad y provincia.
Ya el año pasado estuvo en primera línea de estos premios con el extraordinario trabajo de “cada vez somos menos” enfocado hacia ese terrible cáncer rural que es la despoblación y en éste, bien merecido, lo ha conseguido, demostrando todas sus grandes cualidades. Carmen Moral de El Día Digital, recogió el segundo y Verónica Fernández Reguillo el tercero.
Pero también quisiera mencionar a la periodista Ariadna Burgos, una de esas “enconquensadas” que hace de nuestra Tierra punto de encuentro y valor ante la sociedad nacional, provocando con su trabajo hacia las personas sordas, ese punto de inflexión entre Covid y realidad, hablando de las mascarillas transparentes homologadas como necesidad de vida.
Sin duda, Albalate de las Nogueras ha vuelto a sonreír a la palabra, aquel intento de Pueblo Libro, y con escritores como Arturo Culebras y Pilar de Cavia y ahora, con Paco Auñón, el periodista de la Ser que tan excelentemente hace su trabajo desde muchos años atrás.
Una buena noticia para todos, para el Periodismo Conquense en constante alza, reconocido y valorado, si cabe más en ámbitos externos que internos, pero constante en su labor crítica y reflexiva, en su trazado hacia una comunicación sin censura y libre para mejorar esta sociedad que tanto necesita de postulados claros y reales. Enhorabuena a la Prensa y sobre todo, a los premiados, y en especial a Paco Auñón y su pueblo, Albalate de las Nogueras.
