En Moya voltearon las campanas
La historia es caprichosa y tanto como lo es, invita a todos los que sentimos pasión por ella. Traer a recuerdo hechos pasados, revivir estampas de nuestros pueblos, mantener el espíritu de acontecimientos o contar hazañas de personajes, sigue siendo una tarea difícil pero entrañable, y especialmente, generosa para la salud mental.
Hoy nos toca una de las villas que rezuma más historia de toda nuestra provincia: Moya. Hablar de este lugar, cruce de culturas, majestuosa ciudad fronteriza entre reinos, cuyo devenir sirvió como llave de alianzas y enfrentamientos, es un privilegio para quienes como yo, la sentimos como nuestra, la admiramos en su acontecer y disfrutamos cuando discurrimos por sus ruinas y paredes monumentales.
Poco a poco, el Ayuntamiento, la Diputación Provincial y la Asociación Amigos de Moya, siguen apostando por recuperar parte de su patrimonio: ver la iglesia de Santa María, o el castillo, tal vez, los conventos donde la Casa Rural Albacara ha levantado su espacio turístico, el propio Ayuntamiento, adaptado para encuentros culturales o el mantenimiento de espadañas y torres caídas, es una prueba fehaciente de lo que supone mantener el espíritu histórico dentro de unos parámetros de naturaleza envidiable. El Arrabal de Moya, o Santo Domingo como población nos ofrecen el contenido de su deseo, por eso, os invito a visitarla, a recorrerla, sobre todo sus callejas empedradas que forman la red radial de lo que fuera una de las ciudades medievales más poderosas de Castilla.
Y la traigo a colación por un especial hecho propio de admiración. Ya están restauradas las campanas del campanario de Santa María de Moya, instaladas, sobre todo la que faltaba, restaurada por la empresa Relojes y Campanas de Rafelbuñol, incluso trasladadas al taller de Austria para poder llevar a cabo la soldadura de acero, haciendo que vuelvan a sonar cuando el oficio religioso lo requiera, pero especialmente cuando deba de dar las campanas de cada hora en el reloj de la villa.
Álvaro Garrido, propietario de la Casa Rural La Albacara del Castillo de Moya os podrá realizar, previa reserva, una visita guiada por este magnífico entorno medieval, cuyo folleto explicativo os conducirá a las puertas de San Juan, de los Ojos, de los Carros, de San Diego, de la Cazadilla, de la puerta falsa, al torreón de San Roque, a las Concepcionistas, a la iglesia de San Juan, iglesia de San Bartolomé, iglesia de la Santísima Trinidad, calle del Horno, al castillo, al Hospital, al torreón de la Fuente, a la iglesia de San Pedro y así un sinfín de restos y edificios que mantienen el rico sabor popular donde la historia escribió páginas y páginas de acontecimientos trascendentales para el devenir de Castilla y de la Orden de Santiago, con su Hospital de redención de cautivos, con sus almenas indestructibles y sus murallas a pie de roca.
Una maravilla que hay que recorrer y ahora, escuchar el tañido de unas campanas de rico bronce, que harán que vuelva a sonreír cada piedra y cada huella del pasado.
