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Digitalización

Vulnerabilidad financiera, la odisea de los mayores frente a la banca

La Asociación Provincial de Jubilados y Pensionistas alerta de la exclusión que vive este colectivo con los trámites telemáticos y advierte de que hay clientes que necesitan atención presencial
Vulnerabilidad financiera, la odisea de los mayores frente a la banca
Foto: Saúl García
30/01/2022 - Dolo Cambronero

"Entre que uno no ve bien y que no entiendes, de que te das cuenta ya está diciendo el cajero que se te ha pasado el tiempo. Se nos hace muy difícil manejarnos con la tecnología. Nos cuesta mucho todo”, lamenta al unísono el matrimonio formado por los conquenses Herminio, de 77 años, y Gloria, de 72, los cuales dicen sentirse excluidos de muchas parcelas de la sociedad actual, especialmente del sistema bancario, que apenas deja margen para la atención presencial y que deriva la mayor parte de sus operaciones al mundo digital. 

Las dificultades de esta pareja son comunes a las que se enfrenta toda una generación muy afectada por la llamada brecha digital. “Entendemos que la tecnología es el presente pero todo cambio conlleva un proceso de adaptación y los mayores necesitan más margen de tiempo. Esto no se aprende de la noche a la mañana”, reclama Justo Mora, vicepresidente de la Asociación Provincial de Pensionistas y Jubilados de Cuenca ‘San Julián’ (UDP), colectivo en el que Herminio y Gloria son los coordinadores de los voluntarios. “Hay una serie de clientes que necesitan atención presencial”, hace hincapié.  

Conscientes de estas dificultades, desde la UDP, que aglutina a 184 colectivos locales de la provincia de Cuenca que engloban a 22.000 personas, intentan asesorar a sus socios en todo lo posible en los distintos trámites en los que media la tecnología. 

“Levantaron este país. Muchos de ellos tienen más ahorros que personas de otras edades pero, sin embargo, es a los que peor tratan. Son los bancos los que tienen que adaptarse a sus clientes y no al revés”, apunta Mora.

“Hay empleados que te ayudan pero otros casi que humillan y desprecian. Las personas mayores lo que necesitamos es cariño y que nos apoyen. Damos gracias a la asociación, que nos aconseja y nos ayuda mucho”, asegura Herminio.

Frente a esta vulnerabilidad, el hombre pide que algún empleado de las entidades financieras ayude a la gente mayor a operar en los cajeros o les atienda de forma presencial para realizar otras operaciones en lugar de derivarlos al formato online.

 

 

“Entre que uno no ve bien y que no entiendes, de que te das cuenta ya está diciendo la máquina que se te ha pasado el tiempo. Se nos hace muy difícil manejarnos con la tecnología”

Las dificultades a las que se enfrentan las personas mayores en el sector bancario se agravan todavía más en el mundo rural, donde hay municipios que se han quedado sin entidades financieras. “Los hijos de los pocos vecinos que quedan ya no viven allí así que tampoco les pueden ayudar. Y no vas a pagar dos barras de pan con la tarjeta”, ironiza el vicepresidente de la UDP. “Todo el rato se está hablando políticamente de la lucha contra la despoblación pero cómo se va a ir la gente joven a vivir a un pueblo pequeño si se quedan sin servicios”, reflexiona. 

El problema de la exclusión financiera ha saltado a la palestra política. El Ministerio de Economía y el Banco de España se han puesto en contacto con Carlos San Juan, un hombre de 78 años que inició en la plataforma Change.org una petición denominada ‘Soy mayor no idiota’ en protesta por esta situación y en la que reclama un trato más humano a este colectivo. El Gobierno central ha dado un mes de plazo a las entidades para que implanten medidas que garanticen la inclusión de la tercera edad. 

No obstante, los problemas no se circunscriben al sector bancario sino que se extienden por otros ámbitos. La administración también ha dado el salto digital y la mayoría de las gestiones se hacen ya exclusivamente de forma telemática. “Las subvenciones se solicitan online”, ilustra Mora.  

CAMINO DE LA DIGITALIZACIÓN  

La brecha digital se hizo especial patente durante el confinamiento impuesto en 2020 debido a la Covid-19. Por ello, la UDP decidió hacer una “gran apuesta” y empezó a trabajar para, con el apoyo económico de la Diputación, poner en marcha una página web que recopilase información de interés para este colectivo. 

La asociación está ahora haciendo entrega a los presidentes de los colectivos locales que integran la UDP de tabletas que les permiten acceder a esta web, en la que se recopila desde información sobre viajes hasta para la solicitud de subvenciones, así como asesoramiento jurídico y el enlace para solicitar cita previa en el Sescam, entre otros servicios, también para el ocio. 

Por el momento, ya se han entregado noventa de estos dispositivos aunque Mora puntualiza que hay presidentes de estas asociaciones que reconocen que les da “miedo”  y aún no se sienten preparados para manejar esta tecnología.

Una vez que terminen de entregar las tabletas a las diferentes asociaciones, la UDP tiene la intención de organizar cursos de formación de usuarios de manera presencial para que los mayores se familiaricen con las nuevas tecnologías.