Veranos de música y carretera

Hace poco más de 40 años, el Grupo Valera empezó a recorrer los pueblos de la provincia de Cuenca. En un principio fue un dúo fundado por Miguel Moya, y con el transcurso de los años, se ha convertido en una de las grandes orquestas conquenses.
Ahora forman parte del grupo nueve personas, siete siempre encima del escenario, el fundador del grupo que sigue de vez en cuando encima de las tablas más un técnico que está a pie de pista controlando el buen desarrollo del espectáculo. En conjunto, suman dos guitarras, el bajo, teclado, batería y dos voces femeninas, que trabajan duro estos meses para que prácticamente noche sí y noche también, los conquenses disfruten con el show que ofrece el grupo de Valera de Abajo.
Así lo pone de manifiesto Diego Moya, uno de los componentes de la orquesta e hijo del fundador del Grupo Valera, que es uno de los encargados de poner música a las noches de las fiestas patronales de numerosos pueblos del territorio conquense.
Evolución
Moya cuenta que estuvo desde los diez años ya acompañando a su padre en el grupo, pero es desde hace 13 cuando forma parte del mismo como músico profesional. Un periodo de tiempo en el que ha vivido la constante evolución del grupo, que con el objetivo de ofrecer un gran show a los espectadores, en 2019 adquirió un camión-escenario para llevar la música sobre ruedas noche tras noche. “Cuando lo adquirimos, llegó la pandemia y no pudimos hacer muchos conciertos, algunos de 2020 y 2021, pero ya en 2022 la situación de la música en directo se fue normalizando y comenzamos a recuperar la normalidad”, recuerda Moya.
Tanto es así que el año pasado llegaron a hacer 85 conciertos no solo por Cuenca, sino también en localidades de las provincias de Albacete y Valencia, rozando este año una cifra similar de actuaciones. De cara al 2025 también tienen fechas cerradas, sumando una treintena de conciertos programados.
“Llevamos tantos años que ya nos conocen en muchas localidades, y aunque es verdad que hay ocasiones en la que no repites, sí que abres mercado en localidades cercanas”, explica el integrante del Grupo Valera.
Aunque su música no solo se circunscribe a fiestas patronales, sino que la agrupación musical también anima las noches en diferentes fallas de la ciudad de Valencia, ciudad en la que ya llevan cantando bastantes años.
Pero si hay una época del año que más horas dedican a la música en Grupo Valera, esa es el verano, en concreto los meses de agosto y septiembre, cuando se dan la mayor parte de fiestas patronales. “Nuestras vacaciones, entre comillas, suelen ser en noviembre, que es cuando ya ninguna localidad está en fiestas”, recalca Diego Moya, puesto que los meses centrales del año “no hay descanso y estamos a tope”.
Y es que, durante las próximas semanas se pueden juntar 24 días seguidos de shows seguidos, o hacer 5 actuaciones y descansar solo un día, de ahí que durante todo el año no pare el trabajo de la orquesta con numerosos ensayos y preparaciones físicas para derrochar energía cuando la gente más ganas de música en directo tiene.
Es precisamente en esos meses de invierno cuando Grupo Valera se centra en cerrar un repertorio de cara a los meses de más actividad, manteniendo la esencia de verbena que creó Miguel Moya y que sigue caracterizando al grupo, pero también incorporando temas que llegan a lo más alto en época veraniega como ha sido este año el tema ‘Potra Salvaje’, que siempre intentar montarlos y meterlos en repertorio “rápido”.
Con el objetivo de complacer a todos los espectadores, el show de los valerosos arranca al filo de la media noche con estilos característicos de la verbena como cumbias, pasodobles, valses, rancheras y merengues. Después de un descanso, ya se interpretan temas más actuales, enfocado en un público más joven.
Mago de Oz, Extremoduro, Maná, Izal o Juan Luis Guerra son grupos que no faltan nunca en el reportorio de la orquesta, a lo que se suman temas típicos de orquesta como María La Portuguesa. Todos estos siguen siendo los indispensables que más enganchan al público conquense.