Todo listo en Almonacid para celebrar La Endiablada, "posiblemente la fiesta más antigua de España"

“Posiblemente sea la fiesta más antigua de España”. Así es como consideran los almonaceños a La Endiablada, una importante manifestación festiva de profundas raíces y fe que ha sabido conservar una celebración que mezcla el rito pagano con la profunda devoción a La Candelaria y San Blas.  Las fiestas se celebran del 1 al 3 de febrero. Su coincidencia con días laborales mermará un tanto la masiva participación que registra año tras año este pequeño municipio de poco más de quinientos habitantes cuya cultura da la vuelta al mundo a través de las imágenes que  importantes fotógrafos nacionales e internacionales captan con sus objetivos.

Lo extravagante de las coloridas vestimentas con curiosos tocados de flores para la Candelaria y mitras episcopales en honor a San Blas; los enormes cencerros a la espalda de los diablos, el paloteo de las danzantes, las frenéticas danzas y carreras cargadas de sentimiento, o  la emoción de los Dichos crean un escenario que atrae como un imán  a los medios gráficos. 

“Realmente la mayor difusión de la fiesta nos la están dando fotógrafos profesionales cuyos trabajos acaban en prestigiosos premios y  museos. El año pasado sin ir mas lejos estuvimos recorriendo medios de comunicación de Estados Unidos, Sudamérica, Japón, donde esas fotos impactaron”, señala el alcalde del municipio, Álvaro Martínez Chana. 

Por esta razón, el Consistorio de Almonacid del Marquesado ha decidió  hacer un reconocimiento a la puesta en valor que la fotografía  hace de la  fiesta por excelencia de la localidad con la convocatoria del I Concurso Nacional de Fotografía Profesional de La Endiablada.  Será ya después de la celebración de las fiestas, aprovechando así los trabajos que puedan realizarse en esta edición. “Constatamos que las primeras figuras de la fotografía nacional e internacional pasan por la fiesta y eso lo queremos potenciar”. 

ORGULLO DE UN PUEBLO 

La Endiablada es “el mayor orgullo” de los vecinos de Almonacid, y no es de extrañar. Mantienen la más pura esencia de la cultura de un pueblo que a lo largo de los siglos se ha ido pasando de generación en generación. Es difícil poder expresar con palabras la pasión y el fervor con el que viven la fiesta los almonaceños cuando las manos se elevan  en honor a los patrones y los sentidos se desbordan en un cúmulo de sensaciones que se mezclan con el estruendo de los cencerros que inunda cada rincón del pueblo; en el Lavatorio que recrea la leyenda que cuenta el encuentro de la imagen de San Blas por pastores de la localidad y limpiaron su cara manchada de la tierra que le sirvió de cobijo; en el sentido recital de los dichos; en los bailes de cintas y paloteos de las danzantas que rompen el estruendo con el armonioso sonido de la dulzaina y el tamboril…

Declarada de Interés Turístico Regional en 2010, La Endiablada  arranca  las vísperas el lunes con la salida desde la casa del Diablo Mayor a las 20 horas, y serán los dos días siguientes, Día de La Candelaria y Día de San Blas, cuando se vivan intensamente a lo largo de todo el día, sobre todo el día 3, la despedida cuesta y eso se nota en lo frenético de la jornada desde primeras horas de la mañana.

Este año, el Consistorio presentará el expediente de solicitud de Declaración de Interés Turístico Nacional para unas fiestas que tienden un amplio reconocimiento tanto en el país como a nivel internacional. El expediente está prácticamente concluido. De hecho, el alcalde dice que  la pretensión era presentarlo antes de la celebración de las fiestas “pero ha sido imposible, y lo haremos cuando acaben”. 

Desde el Consistorio confían en que la pasión y fervor del pueblo; la vistosidad del acervo cultural y su gran proyección turística, consigan recuperar  el título del que ya gozara antes de la organización territorial en Autonomías, y que se perdió al no continuar con el expediente.

Pero ahora, lo que toca es disfrutar de La Endiablada y el alcalde invita a toda la provincia a una fiesta en la que “solo con el colorido y escuchando el sonido uno se da cuenta de la dimensión que adquiere. Desde aquí quiero invitar a los conquenses a que acudan a  una parte de sus propias tradiciones, porque esto no es patrimonio exclusivo de Almonacid del Marquesado sino de toda la provincia de Cuenca. Aquí se representa una tradición que se compartía en muchos pueblos de la provincia que por desgracia desapareció y que aquí por suerte y por otras circunstancias hemos mantenido. La Endiablada es un trocito de su tierra que les representa y que les va a encantar”.