La fuerza del viento y la lluvia, e incluso el granizo en ocasiones, registrada en la tarde de este jueves ha afectado a numerosos municipios de la comarca de La Manchuela, entre ellos algunos de la provincia de Cuenca como La Pesquera, Sisante o Casas de Benítez.
En el caso de La Pesquera, la intensidad del temporal derribó el muro del campo de fútbol y levantó árboles en el recinto de la piscina municipal.
Según explica la alcaldesa, María Carmen García, el granizo comenzó a caer en torno a las 17:45 horas, acompañado de una fuerte ventisca que desplazaba las piedras en todas direcciones. “Primero era piedra seca, del tamaño de pelotas de golf, luego comenzó la lluvia". En total no duraría más de 15 o 20 minutos, pero fue suficiente para provocar "un auténtico desastre”.
El fenómeno meteorológico se concentró en una franja muy concreta del municipio, en la travesía de la carretera que va hacia el pantano, donde, según apunta la alcaldesa, ya se han repetido situaciones similares en otras ocasiones. “Es la tercera vez en lo que va de año que ocurre algo así en la misma zona, siempre es la que se lleva la peor parte, no sabemos por qué”, señala.
La tormenta causó numerosos daños tanto en infraestructuras y espacios públicos como en viviendas, muchas de las cuales se vieron anegadas, con acumulaciones de hasta un palmo de agua en algunos casos. Aunque no fue necesario movilizar a los bomberos, los vecinos se volcaron achicando agua y retirando elementos caídos.
Entre los daños, además del derrumbe completo del muro del campo de fútbol y la caída de numerosos árboles, la alcaldesa destaca que el vendaval levantó tejas, arrancó de cuajo la puerta del colegio y voló la techumbre de una nave que cayó sobre otra vivienda. “Afortunadamente no causó heridos”, apostilla la alcaldesa, quien agradece la solidaridad mostrada por la población en esos momentos.
Este viernes, el pueblo se centra en las tareas de limpieza y evaluación de desperfectos. “La piscina está cerrada porque arrancó cuatro árboles enormes y hay que acondicionarla para poder reabrirla cuanto antes”, afirma la alcaldesa, quien destaca que además de la limpieza de calles se está revisando el estado de las infraestructuras.
En cuanto al campo, aunque el grueso del daño se ha concentrado en el casco urbano, en la franja afectada algunas fincas de viñedo y pistacho han visto arruinada la cosecha. “La viña estaba preciosa y ya no queda nada”, lamenta García.
Daños que también se extienden a otras localidades, como señala Asaja, desde donde apuntan que el granizo ha arrasado el cien por cien de la viña en Sisante, y ha provocado también importantes destrozos en el olivar o el almendro del término municipal de Minglanilla.
