La temporada de miel concluye con un 35% más de producción en Cuenca
La campaña de recolección de miel prácticamente ha tocado a su fin en la provincia de Cuenca y, de hecho, muchos de los apicultores ya están preparando sus colmenas de cara al invierno. Una temporada apícola la de este año que ha concluido con un 35 por ciento más de producción con respecto al año anterior, según las estimaciones iniciales de la Asociación Provincial de Apicultores de Cuenca, que cifra en torno a 700.000 kilos la producción final de este año.
A pesar de este incremento de la cosecha, desde el sector apícola no se duda en tildar la campaña como “normal” y así lo asegura el presidente de la citada asociación provincial, Isidro Marín, quien aclara que “las cifras son mejores, pero es que hay que tener en cuenta que venimos de un año 2020 bastante malo y muy irregular”.
Una temporada, la de este año, que ha estado marcada, sin duda, por una primavera muy lluviosa, que ha contribuido, tal y como recalca Marín, a la buena recuperación de la cabaña con la presencia de muchos enjambres.
Y es que, según subraya, el alto nivel pluviométrico registrado ha propiciado que las abejas críen más no solo por estar más tiempo dentro de la colmena mientras se protegían de las precipitaciones, sino también por la percepción de un buen año en el campo como consecuencia, precisamente, de esas lluvias.
Pero la campaña no se ha desarrollado de manera homogénea a lo largo y ancho de la provincia, sino que se han registrado diferencias considerables, hasta el punto de que “se puede hablar de un año bastante mejor en La Manchuela y La Serranía Baja que en el resto de comarcas de la provincia”.
La campaña apícola en La Serranía Baja y La Manchuela ha sido mucho mejor que en el resto de comarcas de la provincia de Cuenca
En cuanto a los precios, el presidente de la Asociación Provincial de Apicultores de Cuenca indica que han evolucionado ligeramente al alza y estima que se han incrementado con respecto al pasado año en un 15 por ciento aproximadamente, si bien considera que “aún están lejos de garantizar una mínima rentabilidad de las explotaciones apícolas”.
Un incremento de precios, no obstante, que responde, a su juicio, a la cada vez más creciente tendencia de los consumidores a optar por mieles de calidad. Eso no quita que la entrada de miel china, de bastante peor calidad, –no en vano, en el sector se la conoce como “jarabe chino”– esté haciendo bastante daño a los productores españoles.
Y es que se consume mucho en el sector de la repostería y en el de la producción industrial de envases antigoteo o de porciones individuales para hostelería.
EVOLUCIÓN DEL SECTOR
Aun así, el sector apícola en la provincia de Cuenca está experimentando en los últimos años una evolución, en opinión de Marín, “muy buena”. Todo indica que en la sociedad se ha despertado un alto interés por la apicultura, que está haciendo que muchas personas se planteen, en un principio, como amateur, y posteriormente, como profesional, su incorporación al sector; eso sí, aún siguen siendo muchos más los que se quedan en aficionados que los que dan el paso a la profesionalidad.
De hecho, el presidente de los apicultores conquenses estima que solo dos de cada diez nuevas incorporaciones son de profesionales. Aun así, el crecimiento del número de apicultores a título principal en la provincia de Cuenca en los últimos dos años se cifra en torno al 15%; una buena cifra, en su opinión, que denota la buena salud de este sector productivo.
Muestra de esta evolución, bien puede servir el incremento del número de colmenas en explotación, que en el caso de la Asociación Provincial de Apicultores, ha pasado en los últimos tres años de 35.000 a las actuales 50.000 con un total de 540 asociados.
Buenas cifras que apuntan a que la apicultura tiene futuro en la provincia de Cuenca.
