El repunte de precios y la buena calidad animan el final de la vendimia

Más floja en producción de lo que se esperaba en líneas generales pero los primeros resultados que deja la campaña de vendimia, que ya está dando los últimos coletazos en la provincia, deja un cierto optimismo.

Y es que según destaca Juan Fuentes, portavoz de la sectorial de Vinos de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha y a su vez gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, de Mota del Cuervo, la calidad es excepcional, a lo que se suma un repunte en los precios que se mantiene estable y que hace que en el final de vendimia “la música suene algo mejor”, como apunta desde Quintanar del Rey el gerente de la cooperativa San Isidro, Rafael Muñoz.

Otra cosa es que el aumento de precios, si finalmente resulta como parece, equilibre la merma registrada esta campaña debido, fundamentalmente, al estrés hídrico que ha sufrido la planta, y que salvo en algunas zonas productoras la media se sitúa en una horquilla entre el 35 y 40 por ciento menos que en el año anterior.

Con todo, si se tiene en cuenta que la producción de la campaña pasada fue muy grande, la pérdida de cosecha de este año estaría en torno a un 20 por ciento menos de la registrada en un año normal.

Este es el caso de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, la bodega manchega recoge uva de municipios de tres provincias (Cuenca, Ciudad Real y Toledo) y es, como apunta su gerente, “el reflejo del resto de la región”.

A finales de esta semana la entrada en la bodega moteña era ya mínima y, aunque aún habrá que esperar a tener todos los resultados, en principio la previsión es que este año se recogerán 40 millones de kilos de uva frente a los 60 millones de kilos que entraron la campaña pasada.“Al principio de la campaña de vendimia ya sabíamos que iba a ser floja pero ha sido aún más de lo que esperamos”, apostilla Fuentes.

Por lo demás, la uva está en buen estado. Las lluvias de septiembre no han tenido una gran incidencia en la comarca y “quitando algunas parcelas que se han visto afectadas, en general no hemos tenido podredumbre. El equilibro de acidez, el cuerpo y el color son buenos. Ahora vendrán los vinos pero en principio estamos contentos”, señala Fuentes.

"El equilibro de acidez, el cuerpo y el color son buenos. Ahora vendrán los vinos pero en principio estamos contentos”,

En otras bodegas de la comarca manchega, como por ejemplo la de la cooperativa pedroñera San Isidro Labrador, la situación es prácticamente similar, aunque en este caso la producción es mejor de lo que se esperaba.

según explica su presidente, Agustín Plaza, en plena florescencia las viñas se vieron muy afectadas en mayo por el fuerte viento del Sureste (Solano) que tiró mucho grano, especialmente de la variedad airén. Sin embargo, tanto los nuevos varietales como el tinto cencibel han tenido un buen desarrollo vegetativo y al final “calculamos que estaremos sobre un 35% menos que el año pasado”, lo que aproximadamente se traduce en unos 10 millones de kilos de uva, aunque aún habrá que esperar el final de la vendimia para hacer el cómputo total.

Plaza coincide con Fuentes en la buena calidad que presenta este año el producto. “No hemos tenido enfermedades y el ácido glucólico que detectamos en el muestreo de calidad de las partidas que entran a bodega no es demasiado significativo.

En todo caso, creo que en buena medida más que a podredumbre se debe a que este año la piel de la uva es más fina, el sol las ha quemado y la máquina de calidad las identifica como podredumbre, pero la verdad es que tenemos poca”, señala.

LA MANCHUELA, AL 85 POR CIENTO DE LA VENDIMIA

Cuando en la mayoría de municipios de la provincia están ya terminando la vendimia, en zonas de La Manchuela conquense, como Quintanar del Rey se encuentran al 85%. Las fuertes lluvias que anegaron los campos a finales de septiembre han retrasado los trabajos de recolección tanto por la dificultad de acceso a las tierras como por la bajada de grado en variedades como la bobal, la variedad autóctona de esta comarca, que es en la que más influencia han tenido las lluvias, pero para bien.

“Se trata de una variedad que recibe muy bien el agua. La humedad de la tierra ha propiciado que siga pujando y eso ha hecho que se retrase la maduración para tener el grado óptimo que perseguimos. El estado de la uva es bueno por lo que la gente no ha tenido prisa en cogerla. Al final son litros de mosto”, señala el gerente de la cooperativa San Isidro, Rafael Muñoz.

El grueso de la recolección de esta variedad se realizaba esta semana, en la que se han llegado a registrar entradas en bodega por encima de los 3 millones de kilos diarios.

“A partir de ahora irá decreciendo”, apostilla Muñoz quien respecto a la producción señala que aún es arriesgado poder dar una cifra. En este caso se estima que el porcentaje de merma disminuye respecto a otras comarca y, en principio, se baraja que estaría en torno al 15%.

Este año han entrado en producción parcelas de reconversión y eso, unido al aumento de kilos que han proporcionado las últimas lluvias hace difícil fijar una cantidad a estas alturas de la campaña de vendimia en esta cooperativa, que con una producción media de 60 millones de kilos, está considerada como la más grande de España en tintos.

MERCADO

El aumento del grado es otra de las constantes de esta vendimia en la provincia. Dependiendo de las variedades, eso sí, y de las zonas de producción la concentración de azúcares ha subido entre un grado y un grado y medio respecto a la cosecha anterior. A esta circunstancia se unen otros parámetros de calidad.

“El PH está equilibrado y el estado sanitario es muy bueno. La cantidad no es la que nos gustaría pero por lo demás la campaña está muy bien”, añade el presidente de la bodega pedroñera, quien se muestra convencido de que la calidad de la uva influirá de una forma positiva en el mercado que, además “parece que empieza a equilibrarse, aunque tendremos que ver como evoluciona”.

De momento, dice Fuentes, no hay mucho movimiento. “Se ha operado mucho con los vinos de la campaña anterior, que eran muchos, y ahora estamos a la expectativa de ver lo que ocurre con los vinos de la nueva cosecha”.

La preocupación, eso sí, está en la subida de aranceles anunciada por el Gobierno de los Estados Unidos. Y es que como destaca Fuentes “Quizá directamente no nos afecta porque no embotellamos mucho y el poco que se hace no es que vayan muchos a EEUU pero no cabe duda de que al ser grandes listas muchos de nuestros graneles se embotellan en otros sitios que sí que van a Estados Unidos. Entonces, de forma indirecta si que nos afecta, y es preocupante”.

Algo con lo que coinciden el resto de cooperativas, desde donde esperan que se pueda llegar a un acuerdo una negociación y que la Administración Trump dé marcha atrás en la subida del 25% que plantea.