Los productores de girasol esperan una buena campaña

L
os productores de girasol de la provincia de Cuenca se muestran optimistas con la próxima campaña. Si el calor no aprieta mucho y llegan algunas lluvias antes de la recogida, las perspectivas son buenas y los agricultores esperan alcanzar una buena cosecha.
No obstante, Gerardo González Bello, miembro del comité ejecutivo de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y responsable de oleaginosas, matiza que habrá diferencias en las producciones dependiendo de cuando se haya acometido la siembra. En este sentido, explica que en los últimos años la sementera se ha ido adelantando –normalmente se hacía en mayo y ahora se está probando con abril e incluso marzo– y de cara a esta campaña se está viendo que aquellas tierras en las que la siembra ha sido más temprana los girasoles se han desarrollado mejor. “La previsión es buena. Hay potencial”, celebra.
Ahora bien, en los campos en los que se ha sembrado más tarde, las previsiones de producción son más irregulares dado que la nascencia ha ido peor. “Va a haber muchas diferencias de cosecha entre la siembra temprana y tardía”, considera.
Salvador San Andrés, secretario provincial de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), también apunta que en algunas zonas ha habido problemas de nascencia porque la planta se ha visto afectada por insectos como “la rosquilla y el taladro”, que han aparecido por las condiciones climáticas.
Los animales de caza mayor son uno de los problemas a los que se enfrenta el girasol, lo que está provocando que en muchas zonas se esté abandonando este cultivo“Por lo demás, el cultivo va bien porque las lluvias de junio vinieron muy bien y tampoco ha habido una ola de calor excesiva de momento. Aunque hasta que cosechemos en septiembre no sabemos lo que puede pasar. A partir de ahora vienen momentos críticos, porque es cuando empieza a engordar la semilla, y si vienen olas de calor continuadas, la cosecha se puede ver afectada”, indica.
Los productores, sobre todo los de las comarcas de La Alcarria y La Serranía Media y Baja, también se enfrentan a los daños ocasionados por animales de caza mayor, que se comen este cultivo, lo que está provocando que en muchas zonas se esté dejando de sembrar girasol en los últimos años. En la pasada campaña, la superficie dedicada a este cultivo era de más de 100.000 héctareas pero aún no se tienen los datos definitivos de este año según la PAC.
“Otro de los enemigos del girasol es la Administración”, añade González Bello, que asegura que “la PAC está maltratando este cultivo”, criticando que se haya dejado a esta planta fuera de las ayudas a los cultivos proteicos.
En cuanto a los precios, el girasol no está cotizando todavía porque aún no se ha empezado a cosechar en ningún punto del país pero desde las organizaciones agrarias esperan que remonten respecto a los del año pasado porque aseguran que estaban por debajo de los costes de producción.
La recolección empezará a mediados de agosto en el caso de las siembras más tempranas aunque en la mayoría de explotaciones se comenzará a segar en el mes de septiembre.