La lluvia complica la campaña de recogida del ajo temprano
La inestabilidad climatológica ha complicado la campaña de recolección del ajo temprano o ‘sprint’ que esta semana alcanzaba velocidad de crucero en la comarca manchega. La previsión de lluvias ha obligado a los productores a agilizar las tareas para evitar los daños que a estas alturas provocaría la humedad en la cosecha.
De forma generíca las lluvias no han sido demasiado significativas en la comarca de Las Pedroñeras, aunque sí se han registrado daños en algunos puntos y,especialmente en las explotaciones que se encuentran en la provincia de Albacete que aún “es difícil cuantificar”, puesto que las lluvias llegaron al inicio de la recogida, destaca Antonio Escudero, responsable de la sectorial de Ajo de ASAJA Cuenca y miembro de la directiva de la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (ANPCA).
El grueso de la cosecha ya se ha recogido pero la preocupación se mantiene en las lluvias extemporáneas, es decir, que los ajos se mojen una vez que ya se han recogido, puesto que antes de cortarse tienen que permanecer un tiempo en la tierra para orearse.
Así lo pone de manifiesto también el presidente de la Mesa Nacional del Ajo, Julio Bacete, quien además señala que el corte es una de las tareas que más trabajadores necesita y al producirse el grueso de la demanda durante los mismos días, sin dar opción a un escalonamiento que permita el trasvase de unas explotaciones a otras, puede complicar aún más las cosas, aunque de momento no se están dando muchos problema.
Eso sí, la mano de obra ha sido un problema recurrente en el sector del ajo, precisamente por concentrar una gran demanda en un corto espacio de tiempo. Esta situación está llevando a una mayor mecanización del proceso de corte y a la necesidad de profesionalización de los trabajadores, apunta Bacete.

Por lo demás, y a pesar de los desafíos naturales a los que se enfrenta el sector en el inicio de esta campaña, tanto Escudero como Bacete destacan la calidad “excepcional” de los ajos este año. La falta de lluvias ha mantenido a raya las enfermedades y “los ajos están sanos y fuertes”. De ahí el nerviosismo ante cualquier cambio climático repentino, después de un año de dificultades e incremento de costes.
En cuanto a la producción, se estima una bajada de entre un 15% al 17% por la reducción de superficie de siempre pero también por la pérdida de calibre que ha ocasionado el adelanto del proceso de maduración ocasionado por la sequía. Con todo, aún es pronto para hacer estimaciones y más ante la inestabilidad meteorológica que está acompañando la campaña de recolección.
En lo que respecta al mercado las previsiones son buenas. No hay excedentes y la cosecha a nivel nacional se ha reducido notablemente. De hecho, Escudero apunta que la superficie de siembra en Andalucía ha bajado un 40 por ciento respecto al año pasado, a lo que hay que sumar los daños ocasionados por la sequía. Con todo, de momento no hay movimiento en el mercado y habrá que esperar el resultado de campaña, que de momento mantiene en vilo a los productores por las lluvias.