La provincia cuenta este verano con siete zonas de baño autorizadas donde disfrutar de la naturaleza

El Embalse de Buendía, con dos zonas (ambas en Buendía); el Río Guadiela (Albendea); la Laguna del Tobar (Beteta); el Río Escabas (Cañamares); el Embalse de la Toba (Cuenca) y el Río Cuervo (Santa María del Val), son los puntos que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha habilitado para el baño en la provincia de Cuenca de cara a este verano. Se trata de espacios controlados donde se puede gozar de la naturaleza y parajes tranquilos de extraordinaria belleza.
En este sentido y para prevenir riesgos para la salud para las personas que opten por bañarse en estas zonas, la Dirección General de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Sanidad ha puesto en marcha el Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo, que se ejecuta a través de las Secciones responsables de Salud Ambiental y los Distritos de Salud Pública. “La vigilancia de las playas y aguas de baño está basada fundamentalmente en la inspección ocular de la playa y el agua, la toma de muestras y el análisis de las aguas”, ha subrayado el director general de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Sanidad, Manuel Tordera.
Cada inspección conlleva una calificación de carácter sanitario tanto de la playa como del agua de baño, siguiendo los criterios establecidos en el Real Decreto 1341/2007. Como resultado de esta labor de prevención se han mejorado sustancialmente las condiciones higiénico-sanitarias de las zonas de baño en nuestra Comunidad Autónoma. Así, desde el inicio de la temporada la Consejería de Sanidad emite informes de la calidad de las aguas con una periodicidad quincenal y hasta que finalice la temporada de baño, el 15 de septiembre. La calidad de las aguas de las zonas de baño de Castilla-La Mancha se puede consultar en el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño (NAYADE) en http://nayade.msc.es/Splayas/home.html.
La Consejería recuerda que los ayuntamientos son los encargados de mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las playas de las zonas de baño, colocar carteles informativos con las características, infraestructuras y medidas de seguridad, así como de vigilar los posibles puntos de vertido cercano para evitar riesgos y adoptar las medidas de gestión que le requieran las administraciones sanitarias y ambiental.