La DGT extrema la vigilancia en 30 tramos de carreteras conquenses

Luchar contra el exceso de velocidad y la siniestralidad en nuestras carreteras son los objetivos que se ha marcado la Dirección General de Tráfico (DGT) para estos meses de verano con la instalación de radares móviles en una treintena de tramos de carreteras, sobre todo convencionales. La ubicación de estos radares móviles se ha hecho pública con el fin de que los conductores sean conscientes de que si superan el límite de velocidad establecido en esos puntos serán sancionados. De hecho, en la página web de la DGT se puede consultar cualquiera de los 1.500 tramos de vías interurbanas de todo el país, donde se han instalado radares móviles.
En la provincia de Cuenca se han instalado en un total de 30 tramos de 13 carreteras, que suman una distancia de unos 740 kilómetros de longitud.
Tráfico ha seleccionado estos puntos no por azar, sino porque en ellos se ha registrado un mayor índice de siniestralidad, sobre todo, ligado al exceso de velocidad. Y es que esta es uno de los componentes fundamentales que determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente, de ahí la importancia de controlar de forma efectiva la velocidad a la que se circula, sobre todo en las vías convencionales, donde el año pasado se registraron en nuestro país ocho de cada diez fallecidos. Cerca de 900 personas fallecieron el año pasado en este tipo de vías (datos provisionales a 24 horas).
Cifras a las que se suma el incremento de la siniestralidad en Castilla-La Mancha del 6 por ciento en el primer semestre del año, según el último informe de la DGT.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha situado los radares móviles en lugares visibles para los conductores con el fin de que sirvan como medida de disuasión y prevención. De hecho, según la DGT “la denuncia no es, en ningún caso, el objetivo final”.
Tramos con radar móvil
En la provincia de Cuenca se han instalado en trece carreteras, siendo la N-420 (Córdoba-Tarragona) la carretera con más kilómetros vigilados por radares móviles; en concreto, 142 kilómetros distribuidos en cuatro tramos: entre los puntos kilométricos 325,5 y 374,7; entre el 374,7 y el 382,4; entre el 386,1 y el 432,4; y entre el 434,8 y el 473,2.
En la CM-200 (Villamayor de Santiago/N-320), se vigilará especialmente desde el kilómetro 10,9 hasta el 13,7; en la CM-211 (Minglanilla-Almodóvar del Pinar), entre el 0 y el 28,2; en la CM-215 (N-420/límite provincia Cuenca con Valencia), entre el 0 y el 31,5; en la CM-220 (antes N-320, entre Albacete y Guadalajara por Cuenca), en dos tramos (56,7-68,9 y 91,8-130,6); y en cuatro tramos de la CM-310 (Carrascosa del Campo-Molina de Aragón) entre el 41,7 y el 45,8; entre en el 72,1 y el 87,4; entre el 90,7 y el 100,5; y entre el 103,8 y el 142,5.
También se han ubicado radares móviles entre los kilómetros 0 y 27,3 de la CM-311; desde el 0 al 35,2 de la CM-2019 (Carboneras-límite provincia); del 0 al 25,9 y del 29,9 al 66,7 de la CM-2100 (N-320/N-III); del 0 al 10,3 de la CM-2202 (Motilla-Campillo); desde el 0,1 al 28,1 de la CM-3112 (desde Honrubia); del 165,7 al 219 de la N-III (Madrid-Valencia); en tres tramos de la N-301 (Madrid-Cartagena): del 134,2 al 153,6; del 153,6 al 178,5; y del 182,6 al 193,8. La N-310 (Manzanares-Villanueva de la Jara) dispone de dos tramos vigilados: del 158,9 al 174,1 y del 174,1 al 198,7. La N-320 (Albacete-Guadalajara), por su parte, cuenta con tres tramos, que van del 134,1 al 165,7; del 165,7 al 181,7; y del 181,7 al 197.
Del mismo modo, se han instalado en la N-330 (Alicante-Francia), en la zona de Landete; concretamente, del kilómetro 215,7 y el 239; y entre el 239 y el 255. A estos tramos se suman los ocho radares fijos ya existentes ubicados en la A-3, A-31, A-40, CM-200, CM-220, N-301 (2), y N-310.