El paso de la borrasca Filomena ha mejorado notablemente el volumen de agua encharcada en la provincia de Cuenca. Desde lagunas estables como la de Uña a estacionales como la de El Hito, entre La Mancha Alta y La Alcarria, o humedales manchegos como la Laguna de Manjavacas, en Mota del Cuervo, o la del Taray, entre Las Pedroñeras, Las Mesas y El Pedernoso, el deshielo y las lluvias posteriores han dado un respiro a la progresiva bajada de los niveles piezométricos y han incrementado notablemente el aporte hídrico.
Por ejemplo, en la laguna de El Hito, el nivel de inundación alcanza el 60 por ciento de su superficie máxima. Un nivel “muy bueno” para esta época, dice el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rodrigo Molina, quien además considera que si las lluvias siguen acompañando se espera una primavera “espectacular” en cuanto a niveles hídricos en la práctica totalidad de las zonas húmedas de la provincia.
Concretamente, según apunta, en la provincia de Cuenca hay identificadas unas 230 zonas húmedas de muy diversa tipología, muchas de ellas estacionales que se secan y vuelven a recuperarse con la lluvia, aunque a veces a algunas les cuesta años volver a encharcase o, en todo caso, a recuperar niveles. Este año, el paso de Filomena mejora la situación y da un alivio a las secuelas que han dejado los periodos de sequía que hemos venido padeciendo durante los últimos años; el aumento de temperaturas a consecuencia del cambio climático o la sobreexplotación de acuíferos, especialmente en el complejo endorreico salino manchego.
Es el caso de la laguna de Manjavacas, en Mota del Cuervo, que, al igual que la de El Hito, es una de las Reservas Naturales de la provincia que tiene una gran relevancia internacional por la importante diversidad biológica que alberga. En este caso, Rodrigo Molina señala que las condiciones que presenta tras el paso de Filomena son similares , es decir está por encima de la mitad de su capacidad. Sin embargo, el resto de lagunas de la Reserva Natural, como la Dehesilla y Sánchez Gómez, en Mota del Cuervo, y Alcahozo, en Pedro Muñoz (Ciudad Real), permanecen secas a pesar de las abundantes precipitaciones.
Por su parte, la laguna del Taray Chico, situada entre los términos municipales de Las Pedroñeras, Las Mesas y El Pedernoso, no tiene un nivel muy alto pero sí mucho más abundante que otros años. Al igual que otras lagunas endorreicas de La Mancha, además de recoger agua de escorrentía, su funcionamiento depende de los aportes subterráneos. En muchos casos este tipo de humedales son asomaderos del acuífero y la bajada piezométrica hace que hayan pasado de ser permanentes, como ocurría en este caso, a llegara secarse completamente en los últimos años.
AVIFAUNA
Con todo, en general el impacto de Filomena en los humedales conquenses “son muy positivos a todos los niveles, desde los medioambientales a los sociales y económicos”, apostilla el delegado provincial de Desarrollo Sostenible. Eso sí, relata que la avifauna ha acusado el temporal. Y es que la congelación del agua y el mal tiempo llevó a las aves a buscar lugares más resguardados. “Las grullas se desplazaron al sur y al oeste en busca de suelos libres de nieve para poder alimentarse”, señala.
Tras el paso del temporal las grullas han vuelto de nuevo. De hecho, señala que la pasada semana ya se las podía ver comiendo en los alrededores de la laguna de El Hito, donde también se pueden ver ya un buen número de anátidas invernantes: cercetas comunes, ánades rabudos, cucharas comunes, ánades silbones, ánades reales, ánsares comunes… y otras aves como las avefrías o el aguilucho pálido.
ÉPOCA DE INUNDACIÓN
Con todo, el aumento de los nieveles de encharcamiento deja una estampa espectacular en todos los humedales, y sobre todo en los estacionales, puesto que no se pueden ver con agua durante todo el año y ahora, además, es época de inundación. Es en este momento, dice el delegado provincial, cuando las aves acuáticas están en plena invernada y tanto en la laguna de El Hito como en Manjavacas y también en lugares como el embalse de Alarcón, se establecen dormideros de miles de ejemplares de grulla común.
Además, es el momento de reproducción de pequeños organismos como los anostráceos que pondrán huevos de resistencia para que, en caso necesario, puedan esperar muchos años hasta la siguiente inundación. Y es que hay que recordar que tanto la flora como los microorganismos que viven en este tipo de lagunas están plenamente adaptados al carácter estacional de los encharcamientos con el fin de poder seguir perdurando. “Uno de estos pequeños crustáceos, la Branchinecta orientalis, tiene en la laguna de El Hito su única población ibérica” añade Rodrigo Molina, quien destaca la importancia que tienen los humedales en la conservación de la biodiversidad.
De ahí que todos, estacionales o permanentes, estén protegidos en Castilla-La Mancha. Algunos, además, por su interés cuentan con la declaración de espacios naturales protegidos. En el caso de Cuenca hay cuatro Reservas Naturales: La Laguna del Marquesado, El Complejo Lagunar El Ballesteros, la Laguna de El Hito y el Complejo Lagunar de Manjavacas. Además de las Microrreservas del Complejo Lagunar del río Moscas y la Laguna de Talayuelas, y un Monumento Natural, el de Las lagunas de Cañada del Hoyo, además los que forman parte de otros más extensos, como por ejemplo la laguna de Uña en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca.
Según avanza Rodrigo Molina, en todos ellos el Gobierno regional realizará trabajos de mejora, recuperación y la conservación, como retirada de escombros y otros residuos, eliminación de senderos y líneas eléctricas, restauración de la vegetación y sustitución de señalización.
