El Principito cumple 10 años
Nunca imaginó ser propietaria de una librería, pero tras quedarse en paro durante la crisis económica de 2012, Gloria de Julián Rabadán se aventuró a abrir su propio negocio en la capital conquense. Una librería papelería a la que llamó ‘El Principito’ que el pasado 22 de febrero cumplió 10 años. “Era aparejadora, me quedé sin trabajo y decidí emprender”, recuerda.
En esta década, su negocio ubicado en Villa Román ha crecido al paso del barrio. Su clientela es de todas las edades, desde niños y niñas hasta personas mayores que han visto pasar estos años con un libro de esta tienda entre las manos. Y muchas de estas personas han dejado de ser clientes para convertirse en amigos. “Estoy súper agradecida porque, desde que abrimos, los vecinos del barrio han respondido muy bien”, asegura Gloria de Julián.
La clave del éxito cree que está en la variedad porque tienen desde libros para bebés hasta adultos. Al final, Gloria hace todos los días una labor de investigación para estar al día en todas las novedades y ofrecer a cada cliente el libro que mejor se adapte a sus gustos. Y como, entre sus recomendaciones, siempre está El Principito en todas sus versiones. “Aprendo de los clientes y me adapto a sus necesidades”, explica. Y es que, si recibe un encargo procura tenerlo disponible entre 24 y 48 horas después.
Además, dos de las cuestiones que llaman la atención de Gloria son el interés de los jóvenes por leer libros de gente famosa en redes sociales y la reinvención de los clásicos para hacerlos más atractivos al público. “Hay chicos y chicas a los que no les gusta leer pero se animan a coger un libro porque han visto que su influencer o youtuber favorito ha publicado algo”, cuenta.
Está claro que estos diez años han dado para mucho y Gloria se queda con el cariño que cada día le dan sus clientes. Hay una niña que siempre que viene a la tienda me regala un dibujo y un chico, que ya es un adolescente, que todos los días pasaba a darme un beso cuando era pequeño. A todos les tiene un cariño especial y eso le lleva a hacer un balance más que positivo. “Al final cuando haces las cosas con cariño también lo recibes y nosotros queremos dejar huella en el barrio que, dure lo que dure la librería, nos recuerden con cariño en un huequecito de su corazón”, dice.
Participar por primera vez en la Feria del Libro de Cuenca fue cuanto menos “emocionante” porque “era algo nuevo para mí y todos los libreros me ayudaron”, señala. Desde entonces no ha parado de asistir y cada año instala su caseta junto al resto de comerciantes. También participa en Cuenca Juega, porque además de libros vende juegos de mesa diferentes a los habituales, artículos de regalo y productos de papelería. “Estamos encantados de asistir a este evento porque el ambiente que se respira es buenísimo y nos permite darnos a conocer y relacionarnos nosotros mismos con gente interesante”.
Solo espera seguir adelante con este negocio que tantas alegrías le ha dado. Es una gran lectora y quiere seguir contagiando ese amor por libros a todas las personas que se acerquen a ‘El Principito’, mientras tanto solo le queda dar “un millón de gracias” a los que han pasado por ahí. ¡Feliz cumpleaños!
