El amplio abanico de deportes practicados en Cuenca no deja indiferente a casi cualquier deporte, y es que no son muchas las disciplinas que están exentas de representación. De entre las muchas modalidades, el sóftbol tiene un hueco en Cuenca gracias a los Brewers.
José Alejandro Cruz, capitán del equipo, echa la vista atrás para recordar los primeros lanzamientos de los “cerveceros” en 2014. Al igual que algunos de los integrantes del club, estuvo muy cerca de fichar por un equipo profesional de sóftbol en República Dominicana, su país de origen. No obstante, le salió la oportunidad de venir a España y finalmente aterrizó en la capital conquense.
Duros inicios los del club, recordándolo así el capitán: “Nos juntábamos donde el mercadillo a jugar con pelotas de calcetines”, revela.
El altísimo precio de los materiales dificultaba que pudiesen costearlos, pero eso no paraba a los Brewers Cuenca, que iniciaban muy ilusionados este proyecto.
Fue entonces cuando un amigo de José Alejandro residente en Motilla le avisó de la creación de un equipo de sóftbol, por lo que decidió empezar a reclutar a más gente para completar el equipo. Dieron la campanada en el torneo cuando nadie más creía en ellos: “No daban nada por nosotros. Fuimos, hicimos el calentamiento y la gente se estaba riendo. No fuimos como nada serio y el equipo hizo cosas que nadie esperaba: fue el primer torneo que ganamos allí”, comenta José.
Tras labrarse este nombre serían invitados a Ciudad Real, donde ganaron de nuevo. Fue entonces cuando se animaron a organizar su propio triangular, al que invitaron a un equipo de Madrid y otro de Ciudad Real.
Hoy día, son casi 20 integrantes los que componen el club. En su mayoría, proceden de República Dominicana, donde esta disciplina es mucho más popular que en España. Un chico español y otro venezolano son los únicos jugadores que no proceden del país dominicano, alabando José Alejandro el buen progreso de ambos en su juego. Con edades de entre 22 y 32 años, se trata de un equipo joven.
LA LIGA, AL CAER
Después de muchos años soñando con ello, los Brewers Cuenca empiezan a vislumbrar la luz con la inminente puesta en marcha de la Liga de Sóftbol de Castilla-La Mancha. Habrá ocho equipos: cuatro de Ciudad Real, dos de Cuenca -los Brewers y el club de Motilla del Palancar-, otro de Talavera de la Reina y uno más de Villarrobledo. Aún pendiente de fecha oficial, será en abril-mayo cuando dé comienzo.
Las ambiciones del club conquense son tan altas como claras: “Queremos terminar la liga en primera posición. Entonces podríamos competir con la selección de Madrid, y si ganamos nos iríamos a Tenerife a competir con el equipo de allí. Ellos compiten fuera de España, contra equipos europeos”.
Más allá de lo que venga, lo cual dirá el futuro, José Alejandro ya celebra esta gran noticia junto a otra casi igual de emocionante: han conseguido federarse dentro de la Federación Española de Sóftbol. La ilusión por la liga y la inscripción ya es motivo de sobra de celebración, señala el jugador, que asegura que para muchos de los chicos es un sueño.
EN BUSCA DE UN SITIO
Sin duda, la máxima prioridad del club es encontrar un sitio para entrenar. Deseando abandonar los terrenos del mercadillo, esperan la respuesta de las autoridades pertinentes. Señala que trasladaron sus deseos al Ayuntamiento el pasado mes de octubre y que ahora aguardan la respuesta de la Diputación, ya que algunos de los terrenos propicios para la práctica de esta disciplina pertenecen a la misma.
Además, el equipo se hace cargo de todos sus viajes y material deportivo, que es bastante caro, apunta el jugador. Jugar en el duro asfalto de la calle no es plato de buen gusto, gozando los clubes vecinos de mejores condiciones para entrenar. También bromea con el frío de la ciudad: “Venimos de un clima caluroso y a la mínima tenemos mucho frío”, comenta.
Razones para reclamar un mejor terreno tienen, y no solo por sus éxitos en Motilla y Ciudad Real. Detrás de ese duro trabajo tienen a una gran afición respaldándoles. “La mejor afición la tenemos nosotros, sin duda. Nos envidian los de Ciudad Real, Motilla… todos”, señala el orgulloso capitán. No es para menos, y es que a su desplazamiento a Ciudad Real fueron más de 400 personas entre el autobús que fletaron y los numerosos coches de familias que acompañaron a los Brewers. Una cifra impresionante para un deporte poco conocido y que llevaba poco tiempo compitiendo.
Con los mejores deseos de ver a los Brewers triunfar en Cuenca con su propio campo, el capitán define al equipo con una frase: “Nos conocimos gracias al sóftbol y ya somos como una familia”
