25 años de voley femenino

El voleibol femenino está de celebración en Cuenca: 25 años se cumplen el sábado 18 de noviembre desde que se hizo oficial la creación de la sección femenina del CV Cuenca. El club echa la vista atrás y hace memoria de estos años en los que la disciplina ha crecido enormemente en la capital.
Javier Torrijos, director deportivo del CV Cuenca ligado a la entidad desde hace décadas, cuenta cómo surgió este plantel. Nació de la separación del equipo de chicos y chicas –así como del CV Hervás y Panduro– por temas burocráticos y para fomentar la sección femenina, comenzando con un equipo juvenil y una o dos chicas absolutas, el CV Cuenca creyó en la causa y no se desanimaba en unos primeros años en los que la competición era muy diferente, ya que no había una liga como tal, sino que se disputaba a lo largo de un fin de semana una competición para dirimir a las campeonas regionales.
La “apuesta fuerte”, como comenta Torrijos, llega en 2005, cuando la Federación Castellano-manchega decidió impulsar la primera liga regional femenina de Segunda División, algo novedoso y que movió mucho la disciplina.
Desde entonces, el CV Cuenca ha estado en Primera Nacional tres años. La última fase de ascenso la disputaron en la temporada 2018/19, con el propio Torrijos como entrenador, y de la cual salieron ascendidos equipos que hoy en día son de Superliga. Este es uno de los muchos grandes momentos que ha vivido la sección femenina, entre los que se encuentran otros partidos decisivos de ascenso con remontadas de infarto.
Desde su creación en 1998, el plantel femenino ha pasado por grandes momentos, como las fases de ascenso
También ha habido periodos de gran compromiso por parte de las jóvenes, ya que las cadete han llegado a participar en categoría absoluta –compitiendo y plantando cara a chicas mucho mayores– solo para que el primer equipo salga adelante. A día de hoy, compitiendo en la categoría de Segunda Nacional, está más vivo que nunca.
VOLEY PARA RATO
Lo importante es que, a día de hoy, el voleibol femenino goza de una buena salud y le augura un buen futuro. Torrijos celebra que esta temporada han podido sacar dos equipos juveniles. “Antes teníamos las chicas justas para un equipo, y ahora hay para dos y con relevos. Eso nos alegra mucho”, cuenta, especificando que, además de esos planteles, tienen otro en cadete y cuatro en liga provincial. En total, más de 200 niñas.
No obstante, es ambicioso de cara a los próximos años: “La cantera está asegurada, pero nos gustaría ser el tercer deporte de Cuenca y que el voleibol coja más nombre. Los partidos tienen muy buena acogida”, anima.
Clara Ballesteros es uno de los estandartes del CV Cuenca y, en palabras de Torrijos, “el mayor reflejo del club”. Como testigo de estos 25 años de la sección femenina –ya jugaba en las categorías inferiores cuando se constituyó– puede dar cuenta de que “ha crecido muchísimo y cada vez tiene más aceptación”.
Parte de este progresivo cambio tiene que ver con los esfuerzos que ha hecho el CV Cuenca por fomentar el deporte tratando de captar a nuevos deportistas o yendo a los colegios para enseñar las bases a los pequeños.

UN REFLEJO PARA LAS JÓVENES
Con una contagiosa sonrisa habla del voleibol, la que ha sido y es su pasión y que también se traslada a las más pequeñas del club, quienes la tienen como un ejemplo. “Es muy gratificante porque las niñas se apoyan en ti, se fijan, te preguntan, compiten contigo… eso se agradece mucho”, comenta.
Aunque no es fácil mantener la pasión, ella la mantiene intacta, y asegura que jugará “hasta que el cuerpo aguante”. Después, ya hay quien le demanda que se pase al banquillo, aunque todavía no lo tiene claro: “No se descarta... los entrenadores me lo han comentado alguna vez y las niñas también lo demandan, quién sabe”, comenta Ballesteros entre risas.
Sea como sea, por otros 25 años –como mínimo– de voleibol femenino en la ciudad, y que este siga creciendo a pasos agigantados como lo hace a día de hoy.