Estudiante y gimnasta conquense de excelencia
Este viernes tenía lugar en el Paraninfo ‘Luis Arroyo’ de Ciudad Real la gala del Día de la Enseñanza correspondiente al curso 2018/2019 de Castilla-La Mancha. Unos premios que en esta ocasión han reconocido la persona de Ismael Gómez, un conquense que pese a sólo tener 10 años ha demostrado no sólo una dedicación constante a sus estudios, sino además compatibilizar su desarrollo académico con la exigencia de un deporte como la gimnasia rítmica, a la que dedica varias horas al día para lograr un nivel que le ha coronado como campeón de España y entre los mejores gimnastas de su generación.
Este reconocimiento llega como una recompensa al esfuerzo temprano de este conquense que hace equilibrismos para combinar su dedicación en el colegio con su pasión por la gimnasia rítmica, una disciplina a la que sus practicantes dedican cientos y cientos de horas en movimientos, flexibilidad, postura, equilibrio, danza, etc. para jugárselo todo contra los nervios y la competencia en algo más de minuto y medio. Un duro camino que para Ismael tuvo un comienzo aún peor, tal y como nos cuenta su familia.
"Empezó desde muy pequeño porque viajaba con la familia a las competiciones de su hermana, Ainhoa, y claro él veía un campeonato tras otro y le encantaba ver a su hermana hasta que un día se animó a practicar, empezó en la escuela del club, pero nunca imaginábamos que al poco tiempo nos llamasen porque querían subirlo al equipo de competición”, explica su madre, Elizabeth Agudelo.
“De la alegría inicial pasó a una dura etapa en la que le discriminaron mucho por ser chico y hacer gimnasia rítmica, lo pasó realmente mal, imagina ser madre y que tu niño vuelva día tras día del colegio llorando, a mí se me partía el corazón en pedazos y llegó a tal punto que pensó en dejar la gimnasia, pero nosotros siempre estuvimos con él, le dijimos que no se rindiera, que no tenía que dar importancia de lo que dijera nadie por hacer lo que a él le gusta”.
Gracias al impulso emocional y diario de su familia, sus compañeras del Club Deportivo Huécar y de su colegio, que tomó de inmediato cartas en el asunto para evitar que continuara este caso de bulliying, Ismael salió adelante.
“Tuvimos mucha suerte en que Jaime, el director del colegio, fuera también el presidente del club de gimnasia, él le animó a seguir, le decía que se tenía que sentir orgulloso por practica un deporte tan duro como la gimnasia rítmica, entre todos le hemos ayudado y él ahora es mucho más feliz”, añade Elizabeth.
Un apoyo que tuvo como recompensa que el pequeño Ismael se mantuviera en un deporte en el que se coronó campeón de España con la pelota el pasado año y conseguir no sólo el respeto, sino también la admiración de sus compañeras de club y de colegio, además de convertirse en un reconocido deportista de Cuenca.
Ahora, mientras acaba de proclamarse campeón de su categoría en el prestigioso Torneo Maite Nadal de Guadalajara con un ejercicio de manos libres y se prepara para competir el próximo fin de semana en un evento de carácter internacional en Oviedo, Ismael admite lo difícil que resulta compatibilizar los estudios con su pasión: “Me gusta mucho el colegio pero también la gimnasia rítmica, aunque en los entrenamientos nos enseñan a utilizar todos los aparatos, sí me gusta más la cuerda y la pelota, pero también hay días que termino de entrenar y tengo que seguir haciendo deberes; luego, cuando te pasan cosas como este premio te alegras al ver que te consigues lo que te propones con ese esfuerzo”.
Todo un ejemplo de lucha y superación al que le queda mucho camino por delante, tanto como un estudiante modelo como gimnasta, y que el próximo 22 de noviembre recibirá un reconocimiento por todo su esfuerzo y valentía.
