EL Liberbank Cuenca sigue dispuesto a destrozar sus registros, ha no dejar que el bolígrafo que escribe su historia deje de regar de tinta unas páginas que ya guardan con mimo los aficionados conquenses en su memoria y que repercutirá en un futuro en el que la gesta dejará el listón en lo más alto para el deporte de esta provincia. Los de Lidio Jiménez vencieron con técnica, tesón y defensa, mucha defensa, a un Holstebro danés que llegó esperando que el escenario conquense se le arrodillara por sus galones europeos. Sin embargo, un Leo Maciel pletórico junto a una primera línea de ataque dirigida con gracia y ligereza por el joven Natan Suárez y los cañonazos de Dutra y Montoro, sorprendieron al conjunto danés.
Sobre un Sargal ensordecido con la cantinela de la Furia Conquense, los vítores al club conquense favorecieron un buen inicio de la mano de los tantos de Montoro, Dutra y Óscar Río, dejando un parcial de 3-1 y provocando el primer tiempo muerto de Arne Daamgard. La balanza se equilibró en el marcador tras dos pérdidas de balón en ataque y la expulsión de Dutra, primero, y Natan después, cuestionadas por el público ante el criterio de los colegiados franceses Bounouara y Said.
El extremo Marcus Bramming hizo de las suyas en el ataque de los daneses. El máximo goleador del Hosltebro presentó credenciales en El Sargal, logrando la mayoría de los goles locales y con una rapidez vertiginosa con la que encaraban la portería de Maciel a nada que el guardameta Frandsen atajaba un tiro conquense. A pocos minutos del final, los goles de Östlund y Porup dieron la ventaja a los daneses por primera vez en el partido, provocando a su vez un pequeño episodio de nerviosismo en las filas locales. Sin embaro, al filo del descanso, Leonel Maciel lograba ajustar el marcador a doce iguales lanzando a puerta vacía, ante la estrategia del portero jugador utilizada por Daamgard.
SEGUNDA PARTE DE ALTO VOLTAJE
Tras el intermedio, la dinámica continuó teniendo similares protagonistas. Las carreras de Bramming empezaron a dejar surco por el azulado parqué del Sargal, mientras que el ataque conquense se concentraba en la primera línea, teniendo como brazo ejecutor a Montoro. El gigante toledano fue el primero en ver a Sergio López en la esquina para darle una asistencia que el conquense finalizó con una rosca marcad de la casa.
Con la inferioridad numérica por la exclusión de Svavarsson, Natan logró poner al Cuenca de nuevo por encima en el tanteo (15-14) tras los primeros cinco minutos de juego de reanudación.
La impasible defensa local hizo dudar a los daneses, que tras el gol de siete metros de Bramming y la exclusión anterior de Thiago, volvieron a antora tras varios minutos en sequía. A pesar de ello, el brazo de Montoro seguía repartiendo clases de lanzamiento lejano mientras que la entrega de Suárez hizo levantar el Sargal al cortar un balón en pleno pase aéreo en una de las temerosas contras del Holstebro.
En los siguientes minutos, la escasez de gol se hizo notar en ambos equipos. Si bien, Leonel Maciel continuó manteniendo al Cuenca por encima. Mientras tanto, Natan Suárez se divertía en ataque como un niño con zapatos nuevos, entrando a cuchillo a por los gigantes daneses y provocando exclusiones a sus rivales.
Llegados al ecuador del segundo tiempo, la ventaja mínima para los conquense seguía en pie. Los goles desde siete metros Óscar Río y Dutra pusieron la ventaja máxima para los locales (21-18), mientras que, cuando Bramming se encontraba con Maciel, el ‘plan B’ de los daneses era el potente brazo de Östlund.
A seis del final, Nolasco provocó la exclusión de Kildelund y un ‘siete metros’ que Dutra Ferreira anotó para devolver la ventaja de tres goles al electrónico (23-20). Porup recortaba otra vez distancias, pero el Sargal enloqueció con el gol de Santiago Baronetto que, por pura cabezonería local, colocaba una vez más los tres tantos de diferencia, a sólo cuatro minutos del final.
Los mejores pronósticos llegaron con dos paradas de Leonel Maciel, una de ellas de siete metros, y un nuevo cañonazo de Dutra (25-21) a la escuadra de Simon Gade, portero del Holstebro que entró en los minutos finales. Como buen patrón de barco, Lidio Jiménez pidió tiempo muerto a minuto y medio de la conclusión para dar las concisas instrucciones que permitirían amarrar el partido.
Arne Daamgard mandó la defensa individual a la desespera sin éxito. Baronetto hizo el gol 26, y con pocos segundos para el ocaso del encuentro, Bramming, desde siete metros, hizo el definitivo 26-24 con el que concluiría la primera victoria en esta fase de grupos del Liberbank Cuenca.
Con un polideportivo abarrotado y al cántico de ‘orgullosos de nuestros jugadores’, los protagonistas de la victoria agradecieron el excepcional ambiente que ya es historia viva del balonmano conquense.
