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Fotografía

López Molina muestra una visión muy particular de ‘La poética de la libertad’

‘La poética de la espera’ es un proyecto fotográfico que recoge elementos y pequeños detalles que pasaban desapercibidos a los visitantes, una mirada del artista que estuvo allí trabajando
López Molina muestra una visión muy particular de ‘La poética de la libertad’
Detalle del Laberinto del Dictador, de Florencio Galindo, una de las imágenes que recoge ‘La poética de la espera’.
20/11/2017 - Nuria Lozano

De julio a diciembre de 2016 la catedral de Cuenca acogía de una de las exposiciones más importantes y significativas que se han realizado en la capital hasta la fecha: ‘La poética de la libertad’. Un montaje sorprendente en un entorno único que atrajo a miles de visitantes. Tres exposiciones en una con un hilo conductor, la libertad, que unió a Florencio Galindo, a los informalistas y a Ai Wei Wei.

Casi un año después ve la luz ‘La poética de la espera’, un proyecto fotográfico que surge de la experiencia personal en esta muestra de Jaime López Molina. Una mirada distinta desde la perspectiva laboral, ya que el artista trabajó como guía y personal de sala durante los cinco meses que duró la muestra.

“Con este trabajo he querido mostrar aquellos elementos que pasaban más desapercibidos, pequeños mundos dentro de una exposición más universal, tan monumental y con tanta difusión como tuvo ésta”, explica el autor.

Las 160 imágenes que componen el libro, que ha editado el Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial, tienen poco que ver con ‘La poética de la libertad’. Cada fotografía emana otro discurso, generando una narrativa propia. “Mi obra es un ejercicio de reflexión y análisis de los pequeños detalles que surgen de lo que proyecta la exposición. Sin embargo, la disponibilidad temporal te permite analizar y visualizar cada rincón, y configurar una serie de relatos con idiosincrasia propia, que a su vez nos hacen decidir y tomar conciencia para explorar nuevas experiencias estéticas”, relata López Molina. La publicación en general es de carácter abstracto pero, según dice, tiene un gran peso la parte humana, la de los compañeros y el público.

Contribuye a recrear esa captura de instantes no premeditada el hecho de que todas las fotos se hicieran con el teléfono móvil. “Las instantáneas no tienen la calidad que pudieran tener si las hubiese hecho con una cámara, pero precisamente este trabajo es el resultado de un ejercicio de improvisación, de sensaciones que aparecían en el momento y que quería captar, y en esos momentos lo conseguía con el móvil que es lo que tenía a mano”.

El resultado visual de esa experiencia estética se configura desde el análisis de formas proyectadas en el espacio, texturas que generan naturalezas orgánicas, campos saturados de color, secuencias en movimiento generando anamorfosis, tipografías cercenadas, espacios inertes que conviven con el volumen y escenarios con una carga vital y humana. “Pequeñas secuencias que generan micro mundos que persigue el observador desde el sosiego y la espera”, subraya López Molina.En definitiva, un compendio de elementos que representa una experiencia vivida que, en este caso, fue muy positiva. “Trabajar en ‘La poética de la libertad’ fue para mi, viéndolo ahora con perspectiva, algo muy bueno y un gran reto profesional”.

Jaime López Molina quiere agradecer a todos los que han hecho posible de alguna manera este nuevo libro. Como Raquel Saiz, responsable del Servicio de Publicaciones de Diputación, la Asociación Cuenca Abstracta, gracias a la cual llegó a la exposición, y a los que fueron sus compañeros durante esta inolvidable muestra.