"No sé qué tiene Cuenca, pero los que venimos nos queremos quedar”
En cada gol, celebración, remate y alegría de la Unión Balompédica Conquense se encuentra un hombre que inmortaliza el momento. Quizá no lo note en medio de la celebración, pero cuando la euforia se desata en La Fuensanta con un gol, él mantiene la cabeza fría para no levantar los brazos, sino que amarra con fuerza su cámara y aprieta el botón con una sonrisa. Y es que detrás del objetivo se encuentra el periodista y fotógrafo Alfonso Fernández Padilla (Albanchez, Almería, 1993), el “ojo” de la Balompédica que lleva ya siete años encargándose de este apartado gráfico del equipo.
Se recuerda a sí mismo como un aficionado al fútbol desde siempre. De pequeño ya estaba enchufado a la radio, comenta el almeriense, por lo que no dudó a la hora de encaminar su vida laboral Cuando tuvo que decidir entre Valladolid y Cuenca eligió pensando en la proximidad con su hogar, aunque a día de hoy tiene claro que acertó en su elección. “No sé qué tiene Cuenca, pero todos los que venimos nos queremos quedar”, declara el periodista y fotógrafo. Sin embargo, y como su amor por la redonda no acaba ahí, este declarado seguidor de la UD Almería también deja descansar la cámara de vez en cuando y aprovecha para escaparse y ver a los indálicos.
Un flechazo a primera vista es lo que tuvo con el mundo de las instantáneas, y es que desde “el primer día” empezó a aprovechar el servicio de préstamo de cámaras de la Facultad de Comunicación, habituándose así a hacer fotografías y crónicas del Conquense para medios digitales. “Fue surgiendo solo, luego me compré una y al final es lo que me ha gustado”, rememora Alfonso, que en ese momento todavía no sospechaba que iba a estar tan íntimamente ligado a la fotografía.
FICHAJE BLANQUINEGRO
En 2017, la UB Conquense hizo un ‘fichaje’ galáctico amarrando al almeriense, que desde cualquiera parte del campo maneja el objetivo para fotografiar los partidos del club blanquinegro tanto dentro como fuera de casa. Desde su llegada, Alfonso ha tenido el placer de estar presente en momentos que no solo en la retina de aficionados y jugadores han quedado grabados, sino también en su cámara. No se puede olvidar de hazañas como el ascenso de 2018 frente a la Cultural Durango, del que guarda instantáneas memorables, o también de la preciosa foto que se expone en la tienda del club. “Es un gol de José Vega en el que sale Iván Rubio, un estandarte, encima de todos los jugadores. Esa me gustó mucho”, cuenta el fotógrafo, recordando también otras fotografías como las de los juveniles en los ascensos a División de Honor o en los choques que disputaban con las canteras del Atlético de Madrid o Villarreal.
Porque la fotografía es, al fin y al cabo, “plasmar un momento siendo tú mismo”. Ese es el consejo que lanza a cualquier persona que coja una cámara: que encuentre su propia identidad y estilo. Apelando a esa visión personal desvela ilusiones como fotografiar al Conquense en una categoría profesional o estar en una etapa del Tour de Francia o La Vuelta a España.
Todo eso queda para el futuro, aunque ahora, al igual que el Conquense, está centrado en otro objetivo: el ascenso. En vista del dulcísimo momento deportivo del primer equipo, es inevitable que en su mente de fotógrafo se vea ya capturando sonrisas y abrazos en La Fuensanta. “Si se consigue en casa sería increíble, he vivido dos ascensos del Conquense en Cuenca y en los dos había un ambiente espectacular”, concluye, preparando ya cámara y objetivo. Ahí estará Alfonso Fernández, que, pegado a la banda, nunca falta en la ‘alineación’ del Conquense.
