Castilla-La Mancha aprueba la moratoria que prohíbe nuevas ‘macrogranjas’
Castilla-La mancha no admitirá solicitudes ni concederá nuevas Autorizaciones Ambientales Integradas para la instalación de explotaciones ganaderas de porcino hasta el 31 de diciembre de 2024. Así figura en el texto de la moratoria impulsada por el Gobierno regional y que ha sido aprobada en el Parlamento autonómico incluida en la Ley de Medidas Tributarias, que ha salido adelanta gracias a la mayoría socialista.
Además, tampoco se admitirán nuevas solicitudes de modificaciones de las Autorizaciones Ambientales Integradas concedidas a instalaciones de explotaciones ganaderas de porcino que supongan ampliación de capacidad.
Del mismo modo, y el fin de estimular la necesaria transformación del sector, los trabajos de I+D+i y la consecución de productos de valor añadido, se estudiará la aprobación, por la autoridad competente, de la construcción de nuevas explotaciones ganaderas de porcino o modificación de las existentes que incorporen sistemas tecnológicos apropiados para el tratamiento, valorización y separación de sólidos - líquidos de purines, toda vez que estos sistemas propuestos cumplan la Decisión de Ejecución (UE) 2017/302 de la Comisión, de 15 de febrero de 2017, por la que se establecen las conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido hoy que no se trata de su prohibición, sino de hacer “una pausa” que permita llegar a consensos en un momento en el que “están pasando demasiadas cosas en la normativa y en la sensibilidad social”.
Después de que las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a un medio de comunicación internacional hayan levantado una oleada de declaraciones desde todos los sectores y desde todas las formaciones políticas, García-Page ha señalado que la polémica se alimenta de “múltiples intereses” bien “desde la demagogia o desde el fanatismo”.
Por ello, ha insistido en que en Castilla-La Mancha quiere entablar un proceso de diálogo para la regulación de este tipo de explotaciones y que el resultado sea “fruto del consenso” con un sector “potentísimo” en la producción y transformación”.
“Queremos discutir la regulación que mejor compatibilice todos los aspectos”, y, todo ello, ha dicho, “a salvo de la demagogia barata”.
García-Page, que ha mostrado su apoyo “a rajatabla” al sector ganadero, ha asegurado respetar todas las opiniones, pero ha vuelto a mostrar su rechazo a que el ministro Garzón haya criticado fuera de nuestras fronteras la calidad de un proyecto que elaboran “miles de trabajadores, que no lobbistas”.
“Solo digo que cuando hablemos de este país hay que defender nuestros productos”, ha insistido.
Respeto a la reprobación a Garzón solicitada por el Grupo Parlamentario Popular en las Cortes, y que ha sido rechazada por la mayoría socialista, el presidente regional ha indicado que “los parlamentos no son tribunales inquisitoriales, están para hacer leyes y no para estar todos los días tirándose los trastos a la cabeza”.
“Una cosa es defender la carne y otra convertir los parlamentos en una carnicería política”, ha apostillado García-Page, al tiempo que ha afirmado que “el PP, si fuera serio, tendría que reprobar al PP de Castilla-La Mancha, que ha dicho lo mismo que Garzón”.
