Templanza
Luchar bolis, lapiceros, periódicos…contra cuchillos, pistolas…. Es desproporcionado, desigual, una lucha de desventaja.
La desventaja es física aunque no es moral, la desventaja física nunca debe de vencer a la desventaja moral. A través de la lucha de la palabra, defendemos también las personas en desventaja física, personas en sillas de ruedas, personas sin audición o personas que viven atormentadas oyendo voces, la desventaja física con bolis, y no pistolas puede vencer o defender el respeto de los débiles que no pueden coger solos un avión, o ir a comprar el pan….Por supuesto también el resto de personas. En un mundo donde los desavances, los retrocesos, de la frialdad terrorista, con una justificación sin ningún tipo de sentido, carente de una lógica que pueda entender tanto desorden, irracionalidad, de sus acciones, se debe de tener la templanza que la fuerza de la tinta, voz de los no escuchados, tiene. La brutalidad, la frialdad, con falsas palabras encubriendo una ideología llena de falsas promesas, donde el futuro de sus necias ideas de libertad están avocadas al fracaso.
Voz escuchada a mis espaldas,
En algún viaje a las afueras,
Mientras caía de mis faldas
El diario abierto, ¿De quién eras?
Sonabas cálida y segura
Como de alguno que domina
Del hombre obscuro el alma obscura,
La clara carne femenina.
No me di vuelta a ver el hombre,
En el deseo que me fuera
Su rostro anónimo, y pudiera
Su voz, ser música sin nombre.
¡Oh simpatía de la vida!
Oh comunión que me ha valido,
Por el encanto de un sonido
Ser, sin quererlo, poseída!
ALFONSINA STORNI
NATURALEZA MÍA
Naturaleza mía, la que fuera
Como pesada abeja en primavera,
Ociosa y hecha para siestas de oro,
Voraz, alertagable, mudadera.
Bajo las tardes cálidas, dormida
De amor, ya el nuevo amor te daba brida,
Y tú arrancabas un pesado cuerpo,
Pesado por el zumo de la vida.
¿Qué hice de ti? Para enfrentar tus males
Sobre tus formas apreté sayales,
Y en fragelarte puse empeño tanto,
Que hoy filosofas frente a los rosales.
Disminuida, atáxica, robada,
En tu pura pureza violada,
Miras te baten palmas los sensatos
Con tu ya blanca y última mirada.