El no por sistema
Cuando alguien regresa de un viaje con las alforjas llenas de cosas más valiosas que con las que salió pocos se preguntan si se ha estado de vacaciones o de negocios, porque lo que se valora más es lo que se trae y no los avatares del viaje en sí.
Está claro que nos referimos al periplo que Emiliano García-Page y sus acompañantes, entre ellos el alcalde de Cuenca, Darío Dolz y el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, están realizando en Puerto Rico y Costa Rica.
Dado el programa y el itinerario por dos naciones es evidente que no se trata de unas vacaciones sino de un recorrido gracias al cual se ubicará en Cuenca un parque de ecoturismo que será un referente europeo en actividades y atracciones al aire libre y que traerá a la ciudad cuantiosas inversiones y puestos de trabajo.
Es posible que los viajeros tengan tiempo de disfrutar de tiempo libre para gozar de las maravillas naturales que atesoran ambos países, pero resulta evidente que no todo están siendo playas, bosques y langostas a la plancha, sino encuentros de vital importancia con representantes del grupo puertorriqueño ToroVerde y la empresa costarricense Nayara Hotels. Pero lo que no es de recibo es que desde el PP se acuse sin sonrojo a García-Page y compañía de estar de vacaciones.
Declaraciones en ese sentido se descalifican por si solas, sobre todo si tenemos en cuenta que algunos líderes populares han realizado con dinero público costosos viajes de los que sólo han traído fotografías turísticas y selfis descaradamente vacacionales y amargas críticas twitteras contra el Ejecutivo central.
Cuando algún adversario político está haciendo algo bien, como es el caso del presidente regional en el caso que nos ocupa, es de nobles reconocerlo y propio de rastreros criticar de forma cicatera unas gestiones que van a desembocar en la consecución de un proyecto vital para el desarrollo de una provincia tan despoblada como la conquense.
No es la primera vez que desde estas líneas recordamos que toda oposición política que se precie debe ser constructiva y no dedicarse al “no por sistema” y a denigrar cualquier movimiento que hagan los gobernantes de turno, aunque se reconozca interiormente que es por el bien de la ciudadanía. La ciudadanía inteligente valorará más la construcción que el derribo.
Igualmente está ocurriendo con el Real Decreto Ley que establecerá un plan de medidas de ahorro, eficiencia energética y reducción de la dependencia energética del gas natural. En redes sociales y en numerosas declaraciones, políticos de la oposición critican e incluso ridiculizan medidas que saben de antemano que son indispensables para capear el temporal económico y climático que estamos viviendo en Europa y en el mundo, medidas que ellos mismos o habían exigido anteriormente o implementarían si estuvieran gobernando.
En este caso, como en muchos otros, sorprende la postura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, que ha anunciado en su cuenta de Twiter, durante sus vacaciones, que la capital no apagaría las luces de los comercios y los edificios públicos porque podría afectar al turismo y al comercio, como si las tiendas abrieran a partir de las 10 de la noche o los turistas fueran a visitar los monumentos de madrugada....
He aquí un ejemplo de la oposición cicatera a la que nos referíamos más arriba, que no duda en vulnerar las leyes con tal de socavar al Gobierno mediante un discurso de corte populista cuyas consecuencias pueden acarrear cuantiosas multas a quienes incumplan la legislación, unas multas que la Comunidad de Madrid no pagaría.
