Llamamiento a la responsabilidad
No habrá chupinazo, desfile, pasodobles ni vaquillas, pero San Mateo ya está aquí. Los coloridos pañuelos y camisetas lo recuerdan desde balcones y ventanas, los mismos que hasta hace poco eran la única forma de ver pasar la vida y en los que aún se sigue recordando a los miles de muertos que se ha cobrado la Covid-19.
Llegan las no fiestas de San Mateo, sí. Y eso, para muchos, aunque de una forma muy diferente a otros años también es motivo de celebración, de encuentro festivo entre amigos y tal vez de relajación ante las medidas restrictivas frente al coronavirus.
Este año, más que nunca, hay que evitar que nos pille. No corras riesgos. Sé responsable’. Es la llamada que lanza el Ayuntamiento y la Asociación de Peñas Mateas. Habrá que esperar un año para festejar como se merece la fiesta por excelencia de la capital, y hay que recordar que el alcalde, Darío Dolz, ya avanzó que serán cinco días de fiesta, del 18 al 22 de septiembre y que el martes 21 será festivo local. Pero este año, por el bien de todos, hay que quedarse en casa porque las últimas cifras sobre la pandemia en la región vuelven a ser espeluznantes. El Ejecutivo castellanomanchego contabilizaba este jueves 817 nuevos contagios por coronavirus, de los que 89 se detectaron en la provincia de Cuenca. Fallecieron cinco personas, afortunadamente ninguna en nuestro territorio, pero es inexcusable volver a recordar que la provincia ya acumula 320 fallecidos y que, vista la evolución de la enfermedad en toda España, vamos a tener que lamentar más pérdida de vidas.
En Castilla-La Mancha ya se están arbitrando medidas de confinamiento en muchos pueblos, también en Guadalajara capital. Resulta evidente que no estamos haciendo bien las cosas porque, a pesar de que en muchos lugares se han declarado las “no fiestas”, mucha gente ha salido a celebrarlas sin tomar las debidas medidas de precaución. Terrazas llenas y en las mesas personas sin mascarilla, sin distancia de seguridad, bebiendo y comiendo como si no hubiera un mañana con gente que habita en casas diferentes y se mueve por zonas distintas y por distintos lugares de trabajo. Parece que se olvida que el coronavirus sigue ahí y que muchos prefieren poner en riesgo su salud y la de su entorno por disfrutar de unas horas de fiesta que pueden salirles muy caras. Y resulta muy triste que en el extranjero se fomente la idea de que a los españoles nos gusta más la fiesta que respetar los mínimos niveles de seguridad y cortesía sanitaria que toda pandemia requiere.
Este año pues dejemos descansar a las vaquillas y agasajemos al patrón San Mateo en casa, con los nuestros, que el Patrón lo verá con buenos ojos desde las alturas de su pedestal. Y si hemos de salir a reunirnos con familiares y amigos, hagámoslo como si nos moviéramos por territorio comanche, porque no podemos permitirnos perder a más convecinos ni sufrir otro confinamiento que puede dar al traste con la ansiada recuperación de la maltrecha economía y perjudicar gravemente el funcionamiento de nuestro sector sanitario, sobre todo en Atención Primaria. La temporada de gripe es un enemigo a las puertas y su solapamiento con la Covid19 puede causar efectos todavía más desastrosos. No obstante, y a pesar de todo, ¡Viva Cuenca! .... ¡Viva San Mateo!.. y que la gente viva estos días con salud.
