
Más allá del partido ante el BM Logroño, Lidio Jiménez ha sido claro a la hora de hablar sobre la caótica situación que deja al primer equipo sin fisioterapeuta y sin pivote. Esto refleja, a su parecer, una tendencia que se viene repitiendo desde hace tiempo, más allá de estos dos problemas más actuales.
“Tengo que apretar un poco a mi directiva, llevamos 20 años en ASOBAL y nos ha pasado todo el mundo por encima en estructura profesional, médica… hay que hacer las cosas bien y los medios no son los adecuados”, denuncia el técnico con respecto al escaso crecimiento de la institución tras dos décadas en la máxima categoría. A día de hoy, no hay fisioterapeuta contratado por el club, sino que acuden al de la temporada pasada cuando hay alguna lesión. No tenerlo en el día a día muy posiblemente esté contribuyendo a la plaga de bajas que sufren últimamente y que afecta al pivote, donde también pide un fichaje dadas las incógnitas de Álvaro Martín y Aldini. “Tengo que poner al tercer portero de extremo izquierdo a defender, esa es la realidad”, lamenta.
"ES LA PRIMERA VEZ QUE ME SUBO A UN BUS Y NO HAY FISIO"
Fede Pizarro, capitán del Rebi BM Cuenca, también ha sido franco con respecto a la situación que vive el club. El argentino traslada que, desde que llegó, sabía que lo hacía a un club humilde, si bien “nunca nos ha faltado de nada”. Este año, para sorpresa tanto suya como de sus compañeros, lamenta que no disponen de las condiciones necesarias como para competir en igualdad. “Es la primera vez que me subo a un bus y no hay fisio. Pasa desde pretemporada, y no es una excusa, pero ahí estamos fallando. Igual que nosotros fallamos pases y tiros, creo que aquí también se está errando en esos detalles”, explica.
Al igual que se hace un esfuerzo por fichar jugadores, también deben invertir en mantenerlos. “Si compras coches y no tienes dinero para llenar el tanque de gasolina, es lo mismo que no tener nada. Lo que se ve como un gasto es una inversión en realidad”, traslada el internacional argentino, quien en nombre de la plantilla rechaza “protestar” ante esta situación y opta por hablar dentro de la pista... aunque no se les proporcionen las condiciones que necesitan.