
Los errores se pagan caros en la Segunda B de fútbol sala y el VivoCuenca ha dado buena cuenta de ello en su derrota por 8 a 2 ante el Alcorcón. Excesivo castigo, quizás, en un partido en el que les pasó factura no aprovechar sus ocasiones en la primera mitad.
El VivoCuenca comenzó con buen pie gracias a una jugada entre Rufo –que se estrenaba en competición- e Ivi, quien no llegó a empalar bien con la zurda en el segundo palo. Castigó el Alcorcón en la jugada inmediata, anotando el 1-0 con un lejano zurdazo de Hugo de Diego.
Tuvo el empate el equipo azulón a la salida de un córner y, de nuevo, aprovechó el equipo madrileño para golpear. Un fallo en la salida de presión ocasionó un robo y Raúl Sánchez, de puntera, aumentaba la renta.
Quiso meterse en el partido el equipo de Manolo Moya, que fabricó una buena jugada entre Valen, Budia e Ivi, con la mala fortuna de que el remate de este último era sacado bajo palos por un defensor local. También se daría una acción controvertida al ser tapado con la mano un tiro de Valero, si bien el colegiado no lo apreció como tal. El 3-0 llegaba en la siguiente jugada, obra de Juan Manuel Sánchez. Se vino abajo el equipo conquense, que todavía anotó dos tantos más antes de marchar a vestuarios.
Con el 5-0 al descanso, el VivoCuenca salía con ganas de redimirse y logró recortar distancias con un tiro de Valen que se le escapaba al portero Mario Merina. Tras encajar otro tanto en contra, el 6-2 llegaba de botas de Budia. Con cinco faltas cometidas, haría cuatro dobles penaltis el VivoCuenca, que recibía dos goles más para el 8-2 final.
Con dos derrotas consecutivas, el equipo conquense piensa en resarcirse la próxima semana cuando reciban en El Sargal al Villalba, necesitando el máximo apoyo. Lo harán, salvo cambios posteriores, el sábado 4 de octubre a partir de las 19 horas.