“Se percibe cierto colapso en los juzgados. El más afectado es el de lo Social”
Saturación y paralización”. A juicio del decano del Colegio de Abogados de Cuenca, José Francisco Hervás, estas son las consecuencias que ha traído la pandemia en la administración de Justicia. “Se percibe cierto colapso. Aunque no afecta por igual a todos los juzgados. El más afectado es el de lo Social y alguno de Primera Instancia e Instrucción”, explica el letrado.
Y es que los juzgados están teniendo que asumir ahora la carga de las actuaciones judiciales que se suspendieron durante el estado de alarma, por lo que se han tenido que señalar nuevas fechas para los procedimientos, haciendo frente además a los nuevos litigios que han ido surgiendo en este tiempo, detalla Hervás. Uno de los ámbitos más afectados por la crisis sanitaria ha sido el del trabajo, lo que ha hecho que se hayan “multiplicado los conflictos laborales” a raíz de que algunos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) derivan en despidos y también por reclamaciones de cantidad de los trabajadores.
“El único juzgado de lo Social de Cuenca, que ya estaba muy atascado antes de la pandemia por una gran litigiosidad, se encuentra ahora más colapsado porque las relaciones laborales se han resentido”, apunta.
Refuerzo en Social
Precisamente Cuenca va a contar con un segundo juzgado de lo Social ya que el Ministerio de Justicia ha propuesto al Consejo General del Poder Judicial, con el objetivo de evitar que se saturen los tribunales tras la pandemia, la creación de tres nuevas unidades judiciales en Castilla-La Mancha, entre ellas una para la capital conquense. “Es muy oportuno el refuerzo. Si antes ya se necesitaba, ahora con mayor motivo”, resalta Hervás.
Otro de los cambios que se han observado tras la pandemia en cuanto a la tipología de los asuntos que entran en los juzgados es en el ámbito de la jurisdicción Civil, con más procedimientos relativos a herencias tras el alto número de decesos que se ha producido como consecuencia de la Covid-19.
Asimismo, también se registran más casos de divorcios y relativos a cuestiones arrendaticias, en estas últimas para reclamaciones de cantidad y peticiones de desahucios, aunque estos se han complicado ahora debido a la normativa desarrollada durante la pandemia.
Además, como en cualquier situación de crisis, proliferan los concursos de acreedores y las liquidaciones de sociedades mercantiles. Y en el ámbito contencioso-administrativo, surgen asuntos relativos a recursos contra las sanciones impuestas por no cumplir la normativa del estado de alarma.
Al margen de los casos que acaban derivando en un asunto judicial, Hervás también apunta que le han planteado muchas consultas relativas a la interpretación de la normativa del estado de alarma, principalmente por parte de negocios (sobre aforos, horarios, terrazas…); y acerca de los requisitos que deben cumplir las clínicas para poder realizar pruebas PCR. “Hay mucho desconcierto por la frecuencia con la que salen normativas sobre esta nueva situación”, considera.
Una situación que ya ha provocado “demora” en los juzgados y que se empieza a notar en que está habiendo señalamientos para noviembre de 2021. En relación con otras provincias de la región, Hervás estima que en Cuenca no hay más saturación que en otros sitios pero lamenta que “la justicia no es tan rápida como debería”. “Y esto ya sucedía antes de la pandemia”, reconoce. No obstante, matiza que no es igual la lentitud en unos órdenes jurisdiccionales que en otros y pone a modo de ejemplo que los procedimientos de Penal van más rápidos por razones obvias. “Pero cuando tú le dices a alguien que un proceso de Civil puede tardar en resolverse entre la primera y la segunda instancia casi un año, se sorprende. Si la justicia no es ágil, es menos justa”, considera.
