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"No experimento nada: voy haciendo y me sale lo que sale"

Antonio Mancheño, más conocido como ‘El Manchas’, muestra hasta el 4 de agosto en la sala Iberia "2018 extraño año", una treintena de obras realizadas a lo largo de los últimos dos años
"No experimento nada: voy haciendo y me sale lo que sale"
Foto: G. D.
01/08/2019 - Gorka Díez

Es un artista raro, como probablemente todos los artistas, al que no le gusta mucho hablar de su obra -la cual se entiende que habla por sí misma- sino mostrarla y que sea el espectador quien indague en ella. Así que a casi todas las preguntas responde muy brevemente, a menudo con una carcajada, muestra de su buen humor y de sus ganas de reírse de todo, también de sí mismo. Su arte es no obstante muy identificable, entre el cómic y el pop-art, con influencias del mundo de superhéroes de la editorial estadounidense Marvel, del Equipo Crónica, de Lichstenstein, del lenguaje publicitario, y ha dado lugar a originales carteles de festividades de Cuenca como el de la Semana Santa de 2011 o el de San Mateo de 2014.

Hablamos de Antonio Mancheño Lucas (Cuenca, 1964), más conocido como ‘El Manchas’, que hasta el 4 de agosto muestra en la sala de exposiciones del edificio Iberia 2018 extraño año, una treintena de obras realizadas a lo largo de los últimos dos años.

El hilo conductor es un calendario de estampas conquenses: doce cuadros cada uno dedicado a un mes del año, y con escenarios conquenses que, no obstante, con alguna excepción podrían ser cualquier ciudad del mundo. “Todo es Cuenca, pero es una Cuenca un poco rara: mi taller, mi coche, el armario de la mujer, el vivero...”

Si a eso añadimos un retrato de la que podría ser Julia Roberts, otro de Antonio Pérez, “que ya no me va a volver a hablar”, un globo con forma de perrito que se aleja por el cielo o un astronauta gigante sobrevolando el Casco Antiguo tenemos un original revoltijo en el que parece caber de todo. “Es como "El garaje hermético, donde todo se mezcla". Aunque cada cuadro está interconectado con el otro”, explica este artista gráfico.

La idea de distribuir las obras a través de un calendario surgió porque entendía que “me podía permitir hacer algo coherente para exponer una muestra con un hilo conductor” y compensar de esta manera su variedad de registros en la forma, pues “soy muy copión: tengo demasiadas influencias y cambio mucho, con lo cual el calendario me ha permitido poner lo que quiero y darle un poco de fuste, lograr un resultado coherente”. Una variedad que niega que sea experimentación. “No experimento nada: voy haciendo y me sale lo que sale”.

Es como "El garaje hermético", donde todo se mezcla. Aunque cada cuadro está interconectado con el otro

Huida hacia adelante

Al adentrarse en esta nueva serie, ‘El Manchas’ ha intentado además dejar atrás “unos cuadros muy tenebrosos con gente con cajas en la cabeza que llevaba dos años pintando” y que, valga la redundancia, “quería quitarme de la cabeza”. Aunque algún que otro hombre sin cabeza se ha colado en la nueva muestra: hay fantasmas contra los que es imposible luchar.

A estas estampas une otra quincena de cuadros realizados también en estos últimos dos años para entretenerse “cuando entre mes y mes me aburría del calendario”. Algunas son de gran formato y en ellas cobran protagonismo animales como rinocerontes y un oso polar, Tom y Jerry o las populares gomas Milan.

Completa la muestra con algunas pequeñas esculturas, que él llama “chorradillas varias”, que le sirven para “juguetear”, entre ellas dos latas de Coca-Cola, la clásica y la zero, donde el nombre de la conocida compañía ha sido sustituido por el del mediático artista chino Ai Weiwei, y una serie de obras prestadas por amigos artistas como Salva, Fernando Buenache, Antonio Pérez o ‘El Pesc0, entre los que destaca un homenaje al despropósito en que se ha convertido el abandonado y asaltado por los grafitis Bosque de Acero.

Una reunión de talento para olvidarse por unos minutos de la anodina vida cotidiana y pasar de la Cuenca real a la imaginativa Cuenca de ‘El Manchas’. “Que la gente venga a verla, que luego me odien, y ya está”.