"Al mundo del cómic en España le falta industria y afición”

Hernán Pérez del Pulgar fue un capitán del ejército castellano que logró la gloria en todas sus contiendas bélicas a finales del siglo XV, apodado El Hazañas’. En aquél entonces, sus victorias se transmitían de forma oral por la población de Castilla y posteriormente fue recogida en libros históricos.

Ahora, Roberto García (Sevilla, 1993), traslada esta historia hasta plasmarla en el que es su segundo comic. El artista afincado en Cuenca, cursó el Grado en Bellas Artes por la UCLM y, posteriormente, un Máster de Investigación ya que sus primeros pasos apuntaban “a la docencia”. Tras completar el Grado Superior de Comic, logró su primer contacto con la industria en la que hoy proyecta su obra.

Desde fuera se tiene la idea de que los comics tratan historias ficticias. Sin embargo, esta es real.

Hay bastantes concepciones erróneas en el mundo del comic. Al final, es un mundo muy amplio, pero si que es verdad que dentro de los tres mercados principales del comic hay diferencias. Mientras el americano está más centrado en ficción y superhéroes, el japonés se centra en el manga y, luego, el Europeo es el que suele tirar más sobre hechos históricos, el conocido mercado franco-belga. Digamos que esa su seña de identidad. La percepción que tenemos es más la americana, porque son los que mejor funcionan, que tratan temáticas sociales pero no con personajes históricos.

¿Cómo te sumergiste en este proyecto?

Hace un par de años, cuando todavía estaba estudiando el Grado Superior de Comic, el director nos comentó la posibilidad de acudir a la Feria del Comic de El Provencio, dónde habría editores. Y así fue. Conocí a mis actuales editores, les gustó mi portfolio y empezamos a trabajar. Primero en un libro de ilustraciones sobre la Orden de Calatrava y, posteriormente, en esta historia

basada en la novela de Marta Castro titulada “El Hazañas”. El tema llegó un poco de casualidad.

¿Pasión por la historia o estos son los temas que mejor funcionan en el mercado?

Dentro de mis intereses en el mundo del comic, la historia, está entre los primeros puestos. Siempre me ha llamado la atención, entonces la idea me venía perfecta. Yo entré en este mundillo del comic sin una idea clara de en qué querer trabajar y, cualquier cosa que surgiese, a mi me parecía bien. Pero luego trabajar en una temática histórica me llamaba mucho la atención.

En mi portfolio tenia muchos trabajos sobre diversas temáticas. Buena parte de ellos sobre fantasía medieval, lo que al final encaja mucho con este tema.

El proceso de documentación habrá supuesto una carga importante dentro de este trabajo.

Totalmente. No solamente por mi parte. Han participado tres historiadores que han ido revisando el comic para que todas las referencias y elementos fuesen fieles al momento histórico que estábamos descibiendo. Participó incluso el encargado de armamentística del Museo de Toledo. Gente que nos podía dar una visión fiel.

Cuáles han sido tus principales referencias dentro del comic

El mercado franco-belga del comic seguramente sean los que más me hayan llamado la atención a lo largo de los años, por una cuestión de pariedad. El mercado americano o japonés, la inmensa parte están copados por superhéroes, que son interesantes, pero llega un punto en el que uno tiene unas miras más allá. Al final se trata de tener una variedad y dentro de esto, creo que el mercado europeo es el que más se ajusta a mis gustos.

¿Alguna saga concreta?

Algunos de los comics que más me han interesado son La Casta de los Metabarones, Watchmen o la obra de Mateo Guerrero, al que conocí en persona en la facultad.

No pasaste por los clásicos Mortadelo & Filemon o Astérix y Obélix

Al final son comics de entrada vamos a decir, que apuntan a un público muy amplio y siempre van a encontrar un gran número de lectores. Mortadelo y Filemon en España son una saga muy establecida. Ibañez con 83 años que tiene sigue trabajando en ello.

¿Hay buen nivel de comic en España?

Si, indudablemente. A nivel de dibujos y de artistas, España produce un número muy alto de artistas con gran calidad, pero el mercado no termina de despegar. En los 70-80 se producía mucho comic aquí, pero eso ya ha cambiado quizás por las nuevas ofertas de entretenimiento como videojuegos, pero ahora en España se lee poco comic. Yo hablo con compañeros que están en otros mercados, y me dicen que se lee mucho más comic en otros países. Por eso, a pesar de tener grandes artistas se marchan fuera a trabajar. Falta industria y falta afición, sobre todo esto último. Si se genera un interés en leer comic el mercado viene solo.

¿Qué puedes contar de próximos trabajos?

Estamos ya hablando en la editorial para llevar a cabo más proyectos. Tenemos varios en mente que vamos a seguir trabajando y esperemos sacar adelante en los próximos años.