“El destino mueve los hilos de una forma perfectamente exacta”
“Digamos que estamos a merced de la divina providencia”. Con estas palabras da comienzo Nieves Guijarro Briones (Cuenca, 1983) a su primera novela, Orquídeas para Perséfone, en la que reflexiona sobre la forma en que el destino determina el devenir de los seres humanos.
“Decían en la antigua Grecia que solo el destino está por encima de los dioses. Nosotros, pobres humanos, ni siquiera tenemos la capacidad de comprenderlo”, se apunta en el libro, que ha sido editado por el sello literario Caosfera Libros, del que Guijarro es el alma mater.
Aunque esta novela es ficción fantástica, la autora cuenta que la obra surge de experiencias que le han ocurrido a ella misma y se inspira en las coincidencias que le han sucedido, que prueban, a su juicio, la fuerza del sino. “El destino mueve los hilos de una forma perfectamente exacta”, subraya.
Confiesa que su proceso de creación es algo “caótico”: aunque intenta seguir una cierta escaleta, a veces la historia toma su propia dirección y una cosa le lleva a otra que no estaba planificada en un principio. “Como si estuviera escrito que fuera así”, dice la autora, ahondando en esta idea de la importancia del destino.
La obra incluye también una parte filosófica puesto que indaga en el carácter humano y se nombra al ensayo El mito de Sísifo, de Albert Camus. El personaje protagonista es masculino pero es realmente Perséfone quién “mueve los engranajes”. “Ella representa la esperanza y eso es lo que necesitamos todos. Sin esperanza, no habría mundo”, recalca la autora.
Fragmentos de canciones dan nombre al título de cada capítulo porque al “protagonista le gusta mucho la música”. Además, después de cada uno de ellos (salvo en el último porque prefería que los lectores se quedasen con el sabor de boca del final de la novela), hay un microrrelato del traductor y escritor Samir Karimo, que aporta sus reflexiones.
"Decían en la antigua Grecia que solo el destino está por encima de los dioses. Nosotros, pobres humanos, ni siquiera tenemos la capacidad de comprenderlo”Guijarro Briones asegura que todos podemos sentirnos identificados con el personaje y su situación porque, aunque sea irreal, refleja algo que todos hemos experimentado en la vida. Y también cree que el libro puede ser útil a aquellas personas que estén pasando por un mal momento y a sus familiares. De hecho, la novela está dedicada a dos mujeres muy especiales para ella “que ya no están”, además de a una tercera que fue la primera que leyó Orquídeas para Perséfone.
“Todos los lectores no son iguales”, recalca la autora, que ofrece a los que adquieran la obra la posibilidad de firmarles el libro con una dedicatoria personalizada.
Entre sus referencias literarias destacan Lovecraft y Robert Graves. En relación con este último autor, precisamente el libro favorito del protagonista de Orquídeas para Perséfone es Los mitos griegos, obra de Graves. Además, a la autora también le interesa el splatterpunk, un género literario ochentero que, según cuenta Guijarro Briones, incluye imágenes “muy chocantes” cercanas al gore pero que no se olvida de la denuncia social.
La autora escribe desde pequeña porque le da la oportunidad de “descargar sentimientos” y le ayuda a vencer su carácter introvertido. Ha participado en varias antologías y ya había escrito otras novelas anteriormente, aunque es la primera vez que se ha decidido a publicar. Además, también es la directora de la línea Puño sucio de Ediciones Vernacci y colaboradora en varios podcast en los que habla de literatura, cine y misterio.
Y ya tiene previsto lanzar en unos meses una nueva novela: La cruz y el cerdo, de la mano de Ediciones Vernacci y que tendrá “un estilo diferente”.
Mirando al futuro, quiere seguir escribiendo y el reto sería poder ganarse la vida algún día con la literatura, también editando. Y también le seduce la idea de dirigir un documental o película: “Me gustaría contar una historia con imágenes”.