Trabajada victoria en la mañana de hoy del San José Obrero, que ha mostrado la que quizás haya sido su mejor versión de toda la temporada ante el Mora. El primaveral ambiente de Las 500, que da comienzo hoy a sus fiestas, se ha acompañado con tres puntos vitales para los rojillos, que avanzan significativamente en el sueño de la permanencia.
La soleada mañana que se podía disfrutar en el Obispo Laplana atrajo una buena entrada a un choque en el que la primera amenaza llevaba el nombre de Jorge, con un cabezazo que no fructiferaba. Sin necesitar mucho más, el Obrero volvió a hacer gala de su poderío aéreo –algo clave durante todo el partido- minutos después. Un centro medido al milímetro cortesía de Raba encontró a Javi, que se erigió con un buen salto para superar a su defensor y sacar un potente testarazo por bajo que Sergio, meta morero, no pudo alcanzar. Se venía arriba el campo con este gran inicio, que no se quedó ahí.
Dominaba el Obrero en términos de posesión y peligrosidad, plantándose con asiduidad en portería rival. Messi tenía una en el corazón del área que acababa blocada por la zaga, y por centímetros no llegaba Xavi a un “pase de la muerte” dispuesto por Raba en una jugada en la que la presión de Rufo fue clave para hacerse con un balón en cancha rival. Hasta de chilena se animaba Jorge, que no encontraba meta tras un barullo dentro del área.
Estaba teniendo problemas el Mora para crear peligro, pero finalmente lo conseguirían cuando encontraron a Vela con un pase filtrado que pilló desprevenida a la zaga rojilla. Se plantó el morero en un franco uno contra uno ante Mario, pero la envió fuera al querer ajustar demasiado. Se salvaba así el Obrero, que pujaba por otro tanto que les diese algo de tranquilidad.
En una jugada bastante parecida a la de Xavi y Raba, la del pase de la muerte, Pery estaría a punto de encontrar contacto con la bola tras el pase servido por Javi. Muy buena primera parte la del joven, que parecía estar en cada acción de peligro. En un momento clave, antes del descanso, llegaría el segundo gol del Obrero. Rufo recibía en el área y, tras controlar con dificultades por la presión de su par, al que tenía encima, logró abrirse hueco para batir a Sergio.
Primera mitad muy seria del Obrero, que estaba disfrutando tanto como el Obispo Laplana. Buena presión del combinado conquense, creación de oportunidades arriba continua y pocas concesiones en defensa.
SEGUNDA MITAD
Salía el Mora tras el paso por vestuarios avisando en primer lugar con un tiro aislado que no encontraba portería. Seguía creciendo el conjunto blanco, que ahora casi encontraba a Vela tras un centro de Víctor. Menos movida esta segunda mitad del encuentro, con un Obrero menos amenazador que en el inicio del partido, conscientes de que el resultado les favorecía. Los cambios se sucedían en ambos equipos, pero el marcador seguía inalterable en Las 500.
Un pase filtrado encontró a Vela, que se plantó solo ante Mario. Llegó a batirle en el disparo, pero más atento que nadie estaba Rufo para salvar cerca de los tres palos lo que era un gol prácticamente cantado. Tan pronto como avisaba el Mora, iba a replicar el San José Obrero. Un balón por alto encontró a Chito, que, a pesar de estar marcado muy de cerca por su par, logró estirar la pierna para rozar lo justo un balón ajustado al palo que sirvió para batir a Sergio por su izquierda. De paso, la grada se rendía al grito de “Chito”.
Con el partido prácticamente resuelto, los rojillos pasaron plácidamente el tramo final del partido. El silbido final certificaba el 3-0, una victoria que el Obispo Laplana merecía y pedía desde hace tiempo. Inapelable versión de los de Fran García, la mejor de la temporada con gran probabilidad. "Santifica" así el Obrero las fiestas del barrio, pero sin mucho tiempo para celebraciones, pues la semana que viene tendrán otra final por la permanencia, esta vez ante el Torpedo 66, rival directo en la tabla.
