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Igualdad

Violencia económica, otra forma de agresión a la mujer

Impagos de pensiones alimenticias, brecha salarial o pobreza son algunas de las maneras en que se materializa
15/11/2019 - Dolo Cambronero

No es tan visible pero acarrea igualmente efectos negativos sobre la mujer. El Campus de Cuenca ha acogido este jueves un foro de reflexión centrado en la llamada violencia económica que se cierne sobre las féminas en forma de pobreza, brecha salarial e impago deliberado de pensiones alimenticias por parte de sus excónyuges.

Este foro, que está llegando a todos los campus de la UCLM con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se celebró por primera vez en 2016, centrándose entonces en la publicidad sexista en los medios de comunicación, abordando este año las distintas dimensiones de la violencia económica.

La vicerrectora de Estudiantes y Responsabilidad Social, Ana Carretero, puso el acento en el impago deliberado de pensiones alimenticias y de pensiones compensatorias y otros derechos económicos por parte de los excónyuges.

Carretero recalcó que esto provoca que algunas mujeres estén en una situación de precariedad y en riesgo de exclusión, viéndose obligadas a emplear recursos para reclamar por vía judicial unos derechos que les corresponden.

“Hay una intencionalidad de control y de dominio por parte de la expareja”, señaló, añadiendo que esto acarrea consecuencias negativas, por un lado, desde el punto de vista físico porque la falta de recursos influye en la unidad familiar a nivel de dieta, pobreza energética y medicamentos, y por otro, hay una intencionalidad de causar daño psicológico porque no se permite a esa persona remontar con sus hijos menores o mayores de edad dependientes económicamente de la mujer.

“Incluso hay personas que han llegado a pedir a las empresas trabajar en B para que no conste ningún tipo de nómina y no se puedan detraer los recursos que tienen que pagar a través de pensiones alimenticias dañando a los propios hijos e hijas”, criticó. “La sociedad tiene que negarse a estas prácticas. Tiene que ser un escándalo”, consideró.

90 hombres en prisión

La vicerrectora, que reconoció que denunciar es complicado para una mujer también por el miedo, sobre todo si ha habido otros tipos de violencia, detalló que más de 90 hombres están en prisión en el país por impago deliberado de pensiones, aunque deben ser reincidentes porque la pena es de tres meses a un año, por lo que, si no hay antecedentes penales previos, no entrará en la cárcel. “Es un número pequeño y simbólico respecto a la situación real”, aseguró.

El fondo de garantía lleva a cabo anticipos si hay impago durante un periodo máximo de de 18 meses, pero no incluye todos los tipos de pensiones. “Ayuda a paliar pero no es la solución”, apuntó.

Por su parte, la vicedecana de la Facultad de Ciencas Sociales, Patricia Espejo, se centró en la “silenciosa” discriminación salarial, poniendo como ejemplo a una empresa conservera que pagaba un complemento a los peones, que eran hombres, dejando sin este a las envasadoras, mujeres en su mayoría.

Más del 70% de mujeres en trabajos temporales y a tiempo parcial, despidos a trabajadoras embarazadas y los techos de cristal son otras dimensiones de la violencia económica, que trasciende y llega hasta unas pensiones más bajas.