La provincia de Cuenca triplica la media nacional en agresiones a médicos

Cuenca está por encima de la media en materia de agresiones a médicos. Durante 2018, se registraron cinco casos, lo que supone que hay 6,2 incidentes por cada mil facultativos, frente a los 1,9 y 2,4 que se contabilizaron en el conjunto del país y en Castilla-La Mancha, respectivamente.

Los datos los ha aportado el presidente del Colegio de Médicos de Cuenca, Carlos Molina, quien ha apuntado que el número registrado este año en la provincia de Cuenca representa el nivel más alto de agresiones que se ha contabilizado en la serie histórica. “Hay que cuidar a los que nos cuidan”, ha subrayado.

De los cinco casos, tres de ellos fueron a mujeres. El 100% de los incidentes se debieron a amenazas, habiéndose registrado tres de ellos en Atención Primaria y los dos restantes, en servicios hospitalarios.

Todos los casos sucedieron en el sector público y no se registraron daños materiales ni los profesionales afectados precisaron de baja médica.

Solo se abrieron diligencias en dos casos porque los otros facultativos decidieron no interponer denuncia. En uno de los incidentes se condenó al agresor a pagar una multa y el otro caso, no llegó a finalizarse.

Por su parte, Mónico Mora, interlocutor policial sanitario de la Guardia Civil, se ha mostrado satisfecho por los resultados desde que se puso en marcha esta figura porque hay mayor concienciación social y sectorial sobre este problema. No obstante, ha lamentado los datos de agresiones de 2018 y ha abogado por seguir apostando por la prevención.

Mora también ha puntualizado que no llegan a tener conocimiento de muchas de las agresiones, sobre todo las de tipo verbal, por lo que ha animado a los profesionales sanitarios a denunciar.

Los datos que se barajan desde esta entidad incluyen las agresiones a todo el personal sanitario, y contabilizaron en 2018 seis “casos complicados”, uno de ellos por un delito leve de hurto.

Reincidencia de los agresores

El interlocutor ha destacado la vulnerabilidad del personal en vía pública y en atención domiciliaria y ha señalado que muchas de las personas que agreden son reincidentes. Por otro lado, también ha resaltado el efecto disuasorio para el posible agresor que tiene la presencia policial en los centros sanitarios, además de la tranquilidad que supone para los profesionales.

Por su parte, Jesús Chico, interlocutor de la Policía Nacional, ha puntualizado que los números que barajan desde esta entidad son diferentes a los del Colegio de Médicos porque ellos solo contabilizan los casos en los que hay denuncias. “Y son pocas”, ha aclarado, concretando que se registraron tres por amenazas leves, finalizando uno de los casos en la citada condena con multa. Otro de los incidentes está pendiente de ser juzgado.

Chico ha hecho hincapié en la importancia de la prevención y ha resaltado igualmente que en muchos casos, los agresores son reincidentes.

No obstante, la fiscal jefe de la provincia, Isabel Gómez López, ha señalado que, a pesar de las cifras, Cuenca no es una zona “conflictiva” en esta materia y el aumento del número de casos puede obedecer a que se conocen más los incidentes y no a que haya más agresiones. De todas formas, ha querido llamar la atención sobre el elevado nivel de tolerancia de los profesionales a la violencia verbal, que la acaban percibiendo como algo normal.

También ha hecho hincapié en la necesidad de asegurar una cobertura adecuada para que los profesionales puedan denunciar y que cuenten con unas “mínimas condiciones de seguridad” en sus puestos de trabajo.

Por su parte, Juan José Molina, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Cuenca, ha señalado que estos profesionales también se ven expuestos a agresiones, principalmente cuando se encuentran de urgencias. El desabastecimiento de determinados medicamentos o no dispensar aquellos que precisan receta médica son los motivos que más desencadenan episodios de violencia.