Si has nacido en...

Si has nacido en un lugar, de ese lugar eres, quieras o no quieras. Luego están aquellos que aceptan en su vida ser de ahí o los que se avergüenzan o se olvidan, pero claro, tú eres de ese lugar. Y yo, por supuesto, lo acepto y además espléndidamente, con todas las consecuencias”… La frase expresada en su día por Gustavo Torner no hacía sino testimoniar oralmente lo que su trayectoria personal había venido poniendo de manifiesto desde siempre: su mantenida ligazón afectiva con su ciudad natal. Responsable principal, a golpe de amistad e insistente y por fortuna fecunda cabezonería, de que Fernando Zóbel acabara ubicando finalmente en Cuenca su colección de arte abstracto español, lo que de puertas para fuera propiciaría la ubicación de la ciudad, convirtiéndose de paso en su principal emblema cultural, en un lugar más que destacado del panorama de la plástica no sólo nacional sino incluso internacional en tanto que hacia dentro se convertiría en motor de la radical transformación, cambiándolo de arriba abajo, de su latir creativo, el artista volvía estos días a dar muestra una vez más de ese su mantenido amor a su lugar de origen con el remate final ante notario del proceso de donación de ochenta y ocho de sus obras –pinturas, esculturas, collages y obra gráfica– mostradas en el Espacio que lleva su nombre en el edificio de la antigua Iglesia de San Pablo, un recinto expositivo cuya entrada ha sido, por cierto remodelada por el propio pintor, cuya promoción pública parece que afortunadamente se va a potenciar más que hasta ahora –bien, aplausos para la intención y bienvenidas sean a este respecto esa nueva página web y ese audiovisual promocional–, una potenciación enmarcada, ojalá sea así, que es algo que hoy por hoy se echa en falta, en una oferta conjunta y coherente –ya saben, eso que ahora se dice tanto de la sinergia– con el resto de las tantas potencialidades en este campo por fortuna existentes en la ciudad para bien y mejora de todas ellas. Y en tanto se acomete la labor, y a la espera de que a primeros del año entrante nos llegue ese nuevo catálogo razonado de su obra gráfica editado como fruto de la colaboración de la Fundación de Cultura de la ciudad con la Fundación Azcona, volvamos a darle las gracias, cuantos por estas calles y estos avatares andamos, por tanto como a lo largo de su vida nos ha ido regalando.