Se hace camino al andar
Pasa la estrella fugaz iluminando, un quince de julio del 19, los hondos y prioritarios deseos de alegría, de gozo y satisfacción por el inicio de unos días de vacaciones en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, uno más de nuestros grandes patrimonios naturales en Castilla-La Mancha; un maravilloso refugio de bandoleros sentados junto a la entrada de la cueva de Montesinos intentando comprender si las lagunas son mujeres encantadas por el sabio mago Merlín, como las soñó Don Quijote, o simplemente son los reflejos del sol contemplando las aves sobrevolando los Campos de Montiel.
Las personas que trabajamos intentando encontrar el camino de regreso para que la muerte pierda su asquerosa y brutal puntualidad haciendo irrespirable el ambiente de todos aquellos y aquellas, que revestidos del adjetivo “personas con discapacidad”, sabiendo que no somos ni tenemos capacidades diferentes; sino que todos y todas, somos diferentes, como lo es cada ser humano, que es único y valioso en sus distintas diferencias; como así lo describe, de forma magnífica, Ángela Carolina; mujer ciega que desde la luminosidad de su corazón escribe artículos extraordinarios sobre discapacidad, actualidad, inclusión, poesía, cuentos y prosa poética (www.angelacarolinapoeta.blogspot.com). Pues bien, las personas y colectivos que trabajamos en el denominado tercer sector, aunque estoy seguro que no solo nosotros, sino la mayoría de conquenses, hoy, por fin, hemos sonreído sin importar lo guapo, lo feo, lo viejo o lo joven que cada uno de nosotros seamos; hoy hemos sonreído como si fuese una revelación y nuestra sonrisa ha anulado las anteriores; y a lo mejor, si nuestra sonrisa viene de muy, muy adentro, hasta podremos llorar; sin desgarrarnos, sin convocar la muerte. Llorar y solo llorar, y entonces, el próximo 22 de agosto en el Parque de San Julián, sobre las 20 horas, nuestra sonrisa, si todavía existe, se volverá un maravilloso arco iris.
La gente maravillosa como Carlos Martínez, sabe caminar, sabe volar; sabe escuchar la música y las palabras de José Luís Perales o Joan Manuel Serrat; sabe subir, escalar, contemplar una puesta de sol en la montaña y en el mar; sabe leer los ojos del que no puede ver; interpretar las palabras del que no puede hablar y transmitir la confianza, la certidumbre, la ilusión y el optimismo a todos aquellos, que por la razón que sea, no creen que el futuro está en cada uno de nosotros y que vamos a luchar por ocupar los espacios que nos corresponden y vamos a aprender de quienes pueden enseñarnos para que nuestra vida no pase sin ser actores de la misma. Cada ser humano puede crear su propia espiral de optimismo y felicidad. Para lograrlo tiene que saber que sus movimientos, sentimientos, decisiones y actuaciones más básicos dependen de él mismo.
Hoy, aunque no esté en mi querida ciudad de Cuenca, me siento profundamente feliz, dichoso y afortunado. Desde Aspadec y desde Plena Inclusión Castilla-La Mancha mi más sincera felicitación a nuestro alcalde, Darío Dolz, a Carlos Martínez, a Down Cuenca y a todos los conquenses porque, el próximo 22 de Agosto vamos a hacer de Cuenca “LA CIUDAD PATRIMONIO DE LAS CAPACIDADES DIFERENTES”.
