Mariscal Estrada, D. Ángel
El Sr. alcalde está convencido de que hace cosas en esta ciudad de las que los ciudadanos están muy pendientes y que le felicitan hasta cuando va a comprar el pan. Eso se deduce de sus declaraciones reiteradas sobre distintos temas. Le felicitan por la limpieza, por las cámaras del casco antiguo y por cuantas actuaciones varias se lleven a cabo.
La verdad es que a mí me parece que esta es una de sus muchas ocurrencias y que no es verdad. ¿Por qué? Pues porque no es posible que por cuestiones tan polémicas y que han supuesto criticas tan abiertas de oposición, colectivos, vecinos, visitantes y cualquiera que pueda observar cómo se encuentra la ciudad se le pueda felicitar al alcalde.
Más bien creo que esas felicitaciones o son producto de su imaginación, o es una estrategia para que en su partido crean que es un buen alcalde y vuelvan a contar con él, o son sus íntimos los que le dan ánimo en versión felicitación. No descartemos tampoco que como experto y obsesionado con las redes que es tenga sus propios trolls y sea él mismo quien se manda los tuits de felicitación, porque conociendo al personaje nadie se extrañaría de ello.
Cabe también la posibilidad de que dichas felicitaciones, si las hubiera, sean pura ironía. Porque no veo a ningún vecino, comerciante u hostelero del casco antiguo sufriendo las medidas de las cámaras y diciéndole al Ayuntamiento: qué bien lo están haciendo ustedes. No imagino a muchos visitantes que se encuentran con la medida restrictiva mandando un e-mail o tuit aprobando la cuestión. No quiero pensar que los vecinos de toda la ciudad que cada día tienen que sortear la mugre y otras guarrerías en sus calles pierdan un minuto en felicitar a su alcalde. Y aquellos a los que les quitaron sus líneas de autobuses, dejándoles casi incomunicados, desde luego no se acuerdan del Ayuntamiento precisamente para darle las gracias.
Un buen número de ejemplos se podrían apuntar como la causa por la que los conquenses no estamos contentos con nuestro alcalde, probablemente ni los que un día le votaron y que hoy no lo volverían hacer. Ya lo dijo el registrador de Santa Pola: “Es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde”. En esta frase digna de Marx (Groucho) el gallego destituido de presidente quería decir… Bueno nadie sabe lo que quería decir, pero sí entendimos que si eres un buen alcalde los vecinos te felicitan y si no te mandan a tu casa, cosa que parece ser el destino de este joven que llegó a Cuenca por casualidad y que dedicándose a la política ha llegado a las más altas cotas (1.100 metros sobre nivel, en la Plaza Mayor). Pero sigue sin pagar los impuestos en su ciudad y no contribuye ni aporta un euro para su sueldo. ¿También le felicitan por esto, Sr. Mariscal?
