Una ligazón histórica

La apertura por Fernando Zóbel en julio de 1966, en las a tal fin adaptadas Casas Colgadas, del Museo de Arte Abstracto vino a ligar a Cuenca al arte contemporáneo al convertirla en albergue de su principal, si no casi único, punto de referencia exhibidora en ese momento en nuestro país: nueve años deberían transcurrir, por ejemplo, hasta la apertura en Barcelona, en 1975, del Museo Miró, y bastantes más, veinticuatro nada menos, hasta que, en 1990, abriera sus puertas en Madrid el Reina Sofía. De entonces a acá esa ligazón de nuestra capital con la plástica contemporánea –baza más que importante en su atractivo de puertas afuera y propiciador, sin duda, en gran medida de que fuera precisamente en nuestro campus donde se ubicara, en 1986, la Facultad de Bellas Artes de la UCLM– se iba a ver aumentada con las sucesivas puestas en marcha en 1988 de la Fundación Antonio Pérez y en 2005 del Espacio Torner hoy felizmente recuperado tras el periodo de dificultades que llevaron a su cierre durante un cierto tiempo; una ligazón que hubiera podido ser aún mayor si no hubiese finalmente naufragado la también en su día emprendida y durante unos años a trancas y barrancas mantenida aventura de la Fundación Antonio Saura. Sea pues ahora bienvenida, por cuanto pueda sumar a esa alianza entre arte y ciudad, la nueva aportación que, compartida en el grado que sea con la capital regional Toledo, se nos anuncia que va significar el asentamiento en principio de manera provisional, a finales del próximo febrero, en la Casa Zavala y de una manera más definitiva, en la despedida de 2023, en las dependencias que para ello se piensan adaptar en el Archivo Histórico Provincial, de parte de las cuatrocientas cuarenta y cinco obras de las vanguardias históricas estadounidense y del norte, centro y este europeos que el coleccionista cubano-norteamericano Roberto Polo va a ceder para su exhibición pública, en principio para quince años pero con la posibilidad abierta a un periodo mayor o incluso su ubicación definitiva, como consecuencia del convenio de colaboración ya a este respecto firmado –el pasado miércoles– con la Junta de Comunidades. Y ya que estamos hablando de los recursos en este campo de la ciudad ¿no deberíamos plantearnos de una vez por todas la consecución de un recinto para la exposición permanente de los fondos plásticos del Museo de Cuenca? Y bueno, ya puestos, tampoco estaría mal que también se potenciara un más fácil acceso público a los del Museo Internacional de Electrografía hoy ubicados en el campus universitario pero para cuya visita hay que reservar con antelación.