Escaleras al cielo
Ya la tarde va pasando,
y casi, sin darme cuenta,
yo continúo caminando
por las empinadas cuestas.
Mi vista se va fijando
en los pequeños detalles,
y mientras, sigo soñando
por lo angosto de sus calles.
Escudos que te retraen
a familias de solera,
y mientras, la tarde cae
sin retraso, sin espera.
A lo lejos ya diviso
el puente de mis amores;
con esos arcos precisos
que también causan temblores.
Y ya puedo ver la huerta;
mis ojos se van fijando
en la tierra, casi muerta,
mientras sigo caminando.
El Huécar pasa muy triste
y mis ojos se humedecen.
Yo creo que jamás tú viste
la sequía, cuando amanece.
Sigo contando mis pasos,
y el corazón va latiendo.
Mientras se acerca el ocaso
mis lágrimas van surgiendo.
Pero gana esta ternura,
de la tierra, que me dio
tranquilidad y mesura
y calmó mi desazón.