Una buena iniciativa

Sí, sin duda es una buena, más que buena, iniciativa la adoptada por los responsables de la Diputación Provincial de encargar a sus técnicos el ir estableciendo opciones para el traslado de la planta de residuos sólidos urbanos hoy ubicada junto a la carretera de Villar de Olalla y en las inmediaciones de la estación del AVE, a un paraje más adecuado, algo sobre lo que, según las declaraciones del propio presidente de la corporación, se habría comenzado a trabajar “desde la primera semana en la que tomamos posesión” al considerar que se trata de “una cuestión que apremia”.

Unas declaraciones que desde luego habrán llenado de gozo, antes que a nadie, a los vecinos de la cercana –a menos de dos kilómetros– urbanización de “Las Pernalosas” que tantas veces se han quejado de tener que sufrir los nada agradables efluvios que de aquélla les llegan pero que, si se lleva a cabo, evitará asimismo su pestilencia a los usuarios de las aún más próximas –a unos quinientos metros– instalaciones de recepción de viajeros de la línea de alta velocidad, que no parece que tal tufarada sea precisamente lo más adecuado desde luego para nadie pero especialmente para dar la bienvenida a nuestros visitantes.

Aplausos pues para la iniciativa que ojalá se viera complementada con una mejora en la comunicación de esas instalaciones con la ciudad, de momento y para empezar estableciendo una mayor y mejor coordinación del servicio de autobuses con el horario, principalmente de llegada, de los trenes, y luego, mejorando la propia carretera de Alcázar tanto en su trazado como –sigamos pensando en la primera impresión de esos nuestros visitantes, que del turismo se supone que debemos preocuparnos y cuidarlo– en su estética; y si fuera posible, tal y como estos días ha vuelto a hablarse, acortándolo o sustituyéndolo por otro más directo, miel sobre hojuelas, aunque eso sería, evidentemente, tarea más ardua tanto por el coste económico de tal operación como por la labor de coordinación necesaria entre administraciones para llevarla a cabo…pero, en fin, tampoco nos neguemos el derecho a soñar.

Por ahora, de momento, roguemos que ese encargo por parte de la Diputación a sus técnicos dé sin demasiado tardar sus frutos y que el también anunciado apoyo al proyecto por parte de la Junta de Comunidades contribuya eficazmente a convertirlo en realidad más pronto que tarde. Que ustedes y el que esto firma lo veamos.