ATC y desarrollo
La desestimación, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, del recurso contencioso administrativo interpuesto por el Ayuntamiento de Villar de Cañas contra la resolución de la Consejería de Fomento, de fecha 6 de noviembre de 2015, que anulaba el Plan de Ordenación Municipal (POM) que ampara la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares que el Gobierno central pretende construir en la localidad conquense de Villar de Cañas, puede ser el principio del fin de las aspiraciones del Partido Popular de instalar en nuestra provincia un cementerio nuclear.
A pesar de que voces de este partido, como la del ministro de Justicia y diputado por Cuenca, Rafael Catalá, insisten en que es “muy importante” que el ATC salga adelante, las razones que alegan nos parecen muy discutibles, ya que aunque Catalá defiende que esta instalación “atrae inversión, crea empleo y desarrollo económico” -algo de lo que, ciertamente, tan necesitada esta la provincia- no podemos creer que esta sea la mejor opción para hacer de Cuenca una provincia más atractiva y propiciar su desarrollo.
Porque, como algunas voces ya han denunciado en todos estos años desde que en diciembre de 2011 el Consejo de Ministros designara a Villar de Cañas para albergar el ATC, el hecho de contar con una infraestructura de estas características, destinada a albergar durante años residuos nucleares de alta actividad, puede hacer un daño terrible a nuestro sector más importante, el agroalimentario, ya que implicaría la asociación de productos de la tierra como el queso, el vino, el ajo y tantos otros a la radiactividad, una asociación peligrosa que puede generar una gran desconfianza en los consumidores y potenciales consumidores de nuestros productos.
En nuestra opinión, si se quiere de verdad atraer inversiones, crear empleo y desarrollo, lo que hacen falta son otro tipo de infraestructuras, por supuesto esas autovías a Albacete y Teruel defendidas estos días por el presidente de Castilla-La Mancha y otras culturales como el museo Roberto Polo que el Gobierno regional quiere poner en marcha en la capital, además de estimular la inversión empresarial con iniciativas como las ayudas a empresas que se instalen en zonas despobladas o el abaratamiento del terreno de nuestros polígonos. No hay otra.
