Una mente extraordinaria
La Consejería de Educación, Cultura y Deportes entrega este viernes los Premios Extraordinarios de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Enseñanzas Artística Profesionales, correspondientes al curso académico 2017-18. De los 36 estudiantes premiados, sólo hay un conquense.
Se trata de Ignacio Cascón. Este joven estudiante del instituto Alfonso VIII recibía la noticia con la naturalidad con la que devora sus apuntes. Ignacio finalizó el pasado curso la Enseñanza Secundaria Obligatoria (E.S.O.) y realizó un examen en su centro que constaba de tres partes (Lengua Castellana, Matemáticas e Inglés) para optar a la excelencia regional. Hemos conseguido robarle un hueco en su apretada agenda para hablar con esta brillante mente a la que, además de sus estudios, le apasionan los idiomas, el cine, el teatro y el esgrima, su deporte favorito.
¿Cómo te enteraste de la noticia?
Pues la verdad es que no me lo esperaba. Pero de repente, salieron los resultados provisionales y yo los miré en un recreo del instituto. Sólo publicaban los DNI, y tras ver las notas, vi que era el tercero de la región que más puntuación tenía, me sorprendí un poco la verdad.
¿Y a quién se lo comunicaste primero?
Le pasé los resultados a mi padre por Whatsapp, él fue el primero que me dio la enhorabuena, y, acto seguido, pues ya lo compartí con amigos del instituto, con la correspondiente felicitación y enhorabuena de todos.
También compartiste parte de esa alegría con tus profesores…
Yo no se lo había dicho a mucha gente, si es verdad que, cuando fui a realizar el examen a primeros de septiembre, algunos de mis profesores me preguntaron qué hacía por allí, y entonces ya se lo conté, pero yo no lo difundí mucho porque no esperaba este resultado. Yo fui a probar, y cuando salió el resultado y me dieron la enhorabuena, lo hice al revés, les di las gracias a ellos.
¿En qué sentido es importante el papel de un profesor para que un alumno tenga un logro como este?
Es necesario. Obviamente hay muchos tipos de alumnos y de profesores. A lo mejor hay alumnos que se adapta mejor a algún tipo de metodología concreta. A mí personalmente, me gustan los profesores que, en lugar de dictar, explican y tú de ahí sacas los apuntes. También es importante la cercanía. Y luego me gusta que en clase exijan más que en un examen.
He tenido profesores que me han ayudado muchísimo y eso es de agradecer. Hay que trabajar para conseguir las metas y obtener resultados, pero tampoco es nada exagerado”
Y en cuanto al centro, ¿has cogido algo de fama o te conocen más a raíz de este premio?
La verdad es que no lo he gritado a los cuatro vientos. Yo se lo dije a mi familia y a mis amigos cercanos, aunque luego si ha habido gente que me ha mandado un whatsapp a raíz de verlo en Twitter o escucharme en la radio.
¿Cómo ha sido tu año de estudio para que terminase con este reconocimiento?
Trabajando mucho, no hay otra manera. Hay que trabajar, aunque sí es verdad que cuando llevas haciéndolo desde primero de la E.S.O. cuesta menos. También he tenido profesores que me han ayudado muchísimo y eso es de agradecer. Hay que trabajar para conseguir las metas y obtener resultados, pero tampoco es nada exagerado.
Es decir, que la dinámica de estudio, que normalmente es lo que más les cuesta a los estudiantes, la has trabajado durante muchos cursos.
Sí, eso y, sobre todo, atender en clase, eso es esencial (risas). Pero lo más importante es organizarte bien tu tiempo y aprovecharlo, día tras día, creas el hábito y luego es más fácil.
Y después de terminar el curso, con todo el verano de por medio, ¿cómo se pone uno las pilas para hacer un examen recopilatorio de el último año?
No me lo preparé de forma especial. La verdad, estaba agotado tras el curso y dije que el verano lo quería para descansar (risas) y entonces unos días antes del examen, me puse a refrescar la memoria, mirar sobre todo Lengua y Matemáticas, y cuando llegué al examen salió todo bien.
Finalizada esta etapa, ¿qué te espera ahora?
Pues ahora mismo estoy estudiando el Bachillerato científico y me gustaría estudiar bioquímica o biotecnología, aunque también me apasiona la docencia, y no descarto en última opción la política. Son carreras que me atraen mucho pero en primera instancia algo relacionado con bioquímica. Posiblemente en Madrid, por cercanía y demás.
El abanico es amplio, ¿Cómo te organizas para ir incorporando cada vez más conocimientos y materias?
La verdad es que tengo pocos ratos libres, entonces repaso por la noche. La dificultad va aumentando progresivamente, hay que trabajar más, pero no es intensivo, si no un hábito.
¿Cómo es un día en la vida de Ignacio Cascón?
Pues paso la mañana en el instituto y a primera hora de la tarde estudio alemán unas dos horas. Cuando termino pues hago otro par de horas de esgrima y al volver a casa repaso y hago deberes.
¿Y cuándo te tomas un respiro?
Es cansado llevar un ritmo así, pero un día del fin de semana no me pongo hora para levantarme, el descanso también es importante.
¿Tienes alguna dedicatoria preparada a la hora de recibir el premio?
La verdad es que no, porque no podré ir a recogerlo. Es viajar a Toledo, volver muy tarde, y ya tenía planes hechos con el teatro, que es una de mis grandes aficiones. Aún así, estoy agradecido por recibirlo.
