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"Tengo un trabajo destructivo y otro creativo, para compensar"

El fotógrafo conquense logra un nuevo premio por la calidad de su fotografía en los encierros de San Fermín y suma su quinto año fotografiando la fiesta navarra
"Tengo un trabajo destructivo y otro creativo, para compensar"
12/07/2019 - Adrián Gómez

Menos de diez segundos para inmortalizar el paso del toro. Para captar al corredor que tropieza, al veterano que con esta se retira, al pastor que controla la manada o al turista que se estrena. La Curva de Mercaderes se llena de sentimientos y acciones que fotografiar en cada milésima de segundo que transcurre y, de captarlo, se encarga un conquense: Alejandro M. Simón.

Nuevamente, cámara al cuello, ha recogido los frutos de sus duras jornadas de trabajo en las fiestas navarras. La Oficina Internacional de Prensa de Navarra, le ha otorgado el Premio Especial Calidad de la Fotografía por su imagen captada en esa Curva de Mercaderes. Una instantánea que te transporta al lugar del encierro, donde se entremezclan las zancadas de los mozos con las pezuñas del animal y los caídos en carrera que buscan cobijo.

Este premio se une al cosechado el pasado año en este mismo concurso, así como, otros recibidos anteriormente en el Certamen de Fotografía Encierros de San Sebastián o el segundo premio del concurso de la Junta de Cofradías, en Cuenca.

“La fotografía de encierros es muy complicada. Tu estás en una zona y el encierro pasa diez segundos por ese lugar. Es tu único momento”.

Lejos de conformismos, por 5º año consecutivo, Alejandro prepara su equipo para una semana de encierros. En el equipaje tan solo un pañuelo rojo, ropa cómoda y el resto de la maleta lo ocupaban tres cámaras, seis objetivos, flashes y multitud de baterías. Algo que dista mucho de sus comienzos, cuando tan solo una pequeña cámara compacta era su herramienta de trabajo.

Alejandro M. Simón nos confiesa que la clave está en la espontaneidad y llegar a controlarla: “A mi me gusta improvisar, que aparezcan cosas de cualquier sitio. Tengo que estar siempre alerta, mirando a todos lados”, añade además que “la fotografía de encierros es muy complicada. Tu estás en una zona y el encierro pasa diez segundos por ese lugar. Es tu único momento”.

Armado con su equipo, arranca la jornada de encierro a las cinco de la mañana para acudir al lugar adecuado desde el que disparar su cámara. Es su quinta edición y, en esta ocasión, cubrirá todos los encierros por lo que el sacrificio es aún mayor: “Llego tres horas antes de que arranque el encierro para coger sitio, tres horas para luego seis segundos que pasan los toros”.

"Tengo un trabajo destructivo y otro creativo, para compensar"

En 2004 tuvo su primera cámara, aunque pasarían cuatro años más hasta que comenzase a tomarse en serio la fotografía. Desde entonces, su perfeccionamiento de la técnica y la implicación por la disciplina han ido de la mano, así como la inversión en material. “Desde hace unos años empecé a ir a los encierros de San Sebastián de los Reyes (Madrid) y, poco a poco, me fui metiendo en el mundo de los encierros y al final, me decidí ir a San Fermín”, señala Alejandro, aunque todavía tiene algo pendiente en el mundo de la fotografía taurina: “Nunca he hecho fotos a las vaquillas de San Mateo, es algo que voy a disfrutar. Tengo que preparar algo pronto, está en mente”.

Aunque su dedicación al mundo de la imagen es indiscutible, Alejandro es autónomo y compatibiliza la labor fotográfica con su trabajo como técnico de minas: “Tengo un trabajo destructivo y otro creativo, para compensar”. A pesar de los premios recibidos y su trayectoria con la cámara al cuello, vivir de la fotografía le resulta complicado aunque añade que “de momento puedo y quiero compaginar ambos trabajos. Me siento realizado con ellos”, añade.

San Fermín tiene marca de agua conquense

Con su trabajo en esta quinta edición, Alejandro M. Simón nos confiesa que piensa volver a apuntarse al concurso de Fotografía de Encierros, un galardón que tantas alegrías le está dando. Además, con o sin premios, el fotógrafo conquense lo tiene claro: “Yo voy a seguir guardando esta cita para venir a inmortalizar los encierros”,

Por todo ello, los encierros navarros contarán con este talentoso conquense como espectador de lujo. La fotografía de San Fermín seguirá llevando marca de agua conquense por muchos más sanfermines.