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“La poesía es mi forma de andarme por la vida”

Este periodista y escritor, uno de los promotores del festival 'Poesía para Náufragos', acaba de publicar su segunda antología de poemas, ‘Todo sigue ahí’
“La poesía es mi forma  de andarme por la vida”
03/11/2018 - Gorka Díez

Apenas un año después de sacar a la luz un nuevo poemario, ‘Nadie sabe qué Roma te atrapará’, José Ángel García vuelve a publicar, esta vez una antología, de nombre ‘Todo sigue ahí’, que repasa nada menos que cuarenta años de trayectoria poética. Le entrevistamos aprovechando además que justo este fin de semana se celebra la séptima edición del festival ‘Poesía para Náufragos’, del que es uno de los impulsores; evento que reunirá a destacados autores, con nombres como los de Luisa Castro e Isla Correyero.

¿Le ha dado vértigo mirar atrás y recopilar lo escrito durante cuatro décadas?

Vértigo exactamente no, pero sí es cierto que cuando te das la vuelta para volver a echarle el ojo a lo hecho a lo largo de ya tanto tiempo lo haces con un poco de temor porque no puedes evitar plantearte si cuanto fuiste haciendo valió o no la pena. Pero, bueno, al fin y al cabo lo que hiciste, lo hiciste y si entonces decidiste sacarlo a la luz es porque al menos en ese momento pensabas que merecía la pena, de modo que ¿quién dijo miedo?

Ya hubo una antología anterior, ‘Llámalo viaje’, de 2009, editada por El Toro de Barro. ¿Qué es lo que aporta esta nueva?

Al tener una mucha mayor extensión (son casi trescientas páginas) he tenido la posibilidad de incluir en ella muchos textos que en la anterior se tuvieron que quedar fuera y poder dar así una versión más completa de la trayectoria que el libro completa con una visión de lo después publicado e incluso de lo que ahora mismo me llevo entre manos, ya que recoge también ejemplos de títulos que acabo de terminar o en los que estoy aún trabajando.

¿Qué diferencias hay entre el José Ángel de su debut en 1977 con ‘Cuatro cosas de mi gato y otras más’ y el de los años ochenta con el de la última década?

Una mayor experiencia, desde luego, y probablemente también, aunque uno no sea precisamente el mejor juez de lo que ha ido haciendo, en el aspecto formal una mayor esencialización y depuración del lenguaje.

¿Se reconoce en sus primeros poemas?

La verdad es que, y en cierta medida es algo que me ha sorprendido porque quizá no era muy consciente de ello, me reconozco bastante, especialmente al constatar la persistencia de buena parte de los temas que entonces trataba y que siguen constituyendo la columna vertebral de cuanto hago: el paso del tiempo, la vida vista en los pequeños detalles de cada día... Y también he continuado con mi consideración de que un poemario debe ser una unidad en sí mismo, homogéneo y unitario tanto temática como formalmente y no una mera colección de poemas sin relación entre sí que haberlos escrito el mismo autor.

¿Cuál es ese poema o esos versos de los que se siente más satisfecho?

Satisfecho… Yo creo que cuantos escribimos o aspiramos a escribir algo que valga la pena no nos encontramos nunca satisfechos del todo. Sí es cierto que hay textos que te dejan mejor sabor de boca que otros pero siempre piensas que ojalá lo hubieras podido hacer mejor. Y eso es bueno porque te lleva a seguir intentando subirte a ti mismo el listón.

Por su actividad de los últimos años entiendo que tendrá nuevos poemarios a punto…

Así es. En este momento ando dándole vueltas a cinco nuevos poemarios alguno de ellos, como apuntaba, ya prácticamente listo para saltar al ruedo en cuanto haya algún valiente que quiera publicármelo.

¿Qué es lo que le aporta la poesía?

Para mí escribir es mi forma no sé si de vivir pero sí, desde luego, de andarme por la vida; es mi manera de estar en el mundo, de explicármelo y de relacionarme con él y con cuantos por él andamos, una herramienta a la par de conocimiento y de comunicación basada en la palabra porque es lo que sé utilizar… Si hubiera tenido las dotes que no tengo para la música o para el dibujo y el trazo pues, no sé, probablemente hubiera sido músico o pintor, pero ya digo, lo que, mejor o peor, sé manejar es la palabra y a ella me aferro.

El hecho de ser periodista, donde prima la información sobre los sentimientos, la sencillez sobre los recursos estilísticos, ¿le ha ayudado o todo lo contrario?

Por un lado tal vez haya hecho que en determinados momentos, en determinados libros, haya buscado, por contraste, la forma de expresarme de esa manera que la información pura y dura, por sus propias características, me vetaba, pero también pienso que ese trajín con el decir escueto y directo del periodismo también se ha colado, quizá transmutado pero presente, dándole en alguna medida la vuelta, en una buena parte de mi obra.

Vivimos en tiempos en los que la gente ya no lee tanto el papel, sino a través del móvil, donde parece que es más complicado concentrarse. Aunque esto propicia que la poesía se difunda más que nunca. ¿Qué opina de los nuevos hábitos?

Yo creo, y cada vez estoy más convencido, que el papel va a seguir existiendo pero eso sí, en fecunda convivencia con las nuevas tecnologías. Si te asomas a internet puedes navegar no ya por un mar sino por un océano de blogs de poesía… No creo que haya habido nunca tantas posibilidades ni tan a la mano –mejores o peores, claro, pero vivitas y coleando– como las que ahora mismo tiene cualquier lector de poesía o, en general, de literatura, sólo con adentrarse en la red.

En Cuenca parece consolidado un festival de poesía, ‘Poesía para Náufragos’, que este fin de semana celebra su séptima edición. ¿Cómo logra mantenerse?

Pues probablemente porque la poesía ha estado siempre presente, aunque sea a su modo minoritario, en la vida cultural conquense y porque, de alguna manera, el festival ‘Poesía para Náufragos’ hereda la buena semilla de los cursos ‘Leer y entender la Poesía’ que, propiciados por Diego Jesús Jiménez y organizados por la Universidad de Castilla la Mancha y que nunca deberían haber desaparecido, se celebraron durante años en Priego y por los que pasaron todos los nombres importantes de la poesía española.

¿Por qué merece la pena asistir a ‘Poesía para Náufragos’?

Porque al ser una convocatoria abierta en donde se aúnan muy distintas generaciones y modos expresivos, y donde, procedentes de muy distintos puntos de nuestra geografía, conviven las voces más jóvenes con las ya consagradas, quienes acudan van a poder asomarse a un panorama más que vivo de lo que ahora mismo se hace en la lírica española. Va a haber también alguna presencia de fuera de nuestras fronteras, como la del portugués Carlos Ramos, y nos va a proporcionar la posibilidad de oir en su propia voz los versos de dos figuras tan destacadas como Luisa Castro e Isla Correyero.

Como lector de poesía, algún poeta contemporáneo o clásico que haya descubierto o al que haya vuelto…

Siempre estará, en la base de todo, San Juan de la Cruz y, en mi particular altar, el hacer de César Vallejo y el último Juan Ramón Jiménez. Y ya que hablábamos de la edición de este año de Náufragos: ojo a la poesía de, por ejemplo, Javier Lorenzo Candel o de nuestro paisano Juan Ramón Mansilla, sin olvidar esos nuevos poemarios de Pilar Blanco y de Amador Palacios, que van a presentarse en la mañana del sábado.