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"Para mí escribir es una necesidad física, como respirar"

A sus 23 años, esta joven conquense presenta la que ya es su tercera novela, Heredera de plata
"Para mí escribir es una necesidad física, como respirar"
Fotos: Saúl García
30/04/2019 - Gorka Díez

Tras Corazón de sombras y Corazón de cristal, dos novelas iniciáticas de fantasía juvenil, Julia de la Fuente da un paso más en su prometedora carrera literaria con Heredera de plata, novela ambientada en la Edad Media, en la región ficticia de Adrastea, donde Dana, la heredera al trono, es secuestrada y se ve envuelta en una trama de intereses llena de aventuras.

Sin perder ni el ritmo ni la frescura de la literatura juvenil de sus dos primeras novelas, esta residente en Villar de Olalla se acerca a una literatura más adulta que aspira a llegar a todos los públicos. “En una misma casa me han leído la hija, la nieta y la abuela y esto es algo que creo que va a pasar aún más con esta novela, de la que podrá disfrutar tanto un adulto como un niño con experiencia lectora porque hay personajes de distintas edades, desde una niña de siete años a un anciano casi centenario, todos muy humanos, con sus debilidades y fortalezas, sus secretos, sus mentiras, y ni Dana ni el lector van a saber quién oculta algo y quién no, en quién poder confiar. También hay mucha acción, con guerras y luchas de espadas aunque sin escenas cruentas, además de romances y momentos que espero que hagan reír”.

En la novela, que al contar con el respaldo de la editorial Kiwi será la primera de la autora que llegará a Latinoamérica, donde gracias a su actividad en internet tiene muchos seguidores, hay una pregunta que sobrevuela la trama: si el derecho a recuperar el trono perdido injustamente puede justificar ciertas acciones, como llevar a su pueblo a la guerra. “A Dana la han educado para ser una soberana justa y bondadosa, pero de repente se encuentra perdida, sola, y va a tener que tomar decisiones rápidas”.

Sus estudios de Filosofía le ayudan, reconoce, a dar profundidad a sus personajes. Y asignaturas concretas como Antropología le han servido para “construir la ambientación”: esta admiradora de las tragedias de Sófocles y de Shakespeare y de Oscar Wilde ha creado de la nada la región de Adrastea con su propia geografía, su historia, su mitología, sus costumbres, sus formas de expresarse. “Es lo que más han alabado en la editorial: que es un mundo tan compacto y completo que parece real”.

Heredera de Plata se presentaba en Diputación el viernes, en el marco de la feria del libro Cuenca Lee. Una obra que, eso sí, ya tiene sucesora: Julia ha terminado otra novela ambientada en la antigua Grecia e iniciado una tercera. “Para mí escribir es una necesidad física, como respirar. Es un sacrificio de tiempo pero compensa el cariño con el que reciben la historia los lectores, que me hacen sentirme acompañada, querida, pensar que lo que hago tiene un sentido”.