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“'Vía Mística' va a ser una exposición única”

La comisaria nos adelanta algunos detalles de la muestra de Bill Viola, que asegura marcará un antes y un después para sus visitantes
“'Vía Mística' va a ser una exposición única”
14/10/2018 - Mario Gómez

A las puertas de la apertura de una exposición que pondrá en el mapa internacional artístico a la ciudad de Cuenca con la exposición de ‘Vía Mística’ de Bill Viola, que organiza el Gobierno de Castilla-La Mancha, entrevistamos a Carla Luelmo, comisaria técnica y coordinadora de la iniciativa que nos avanza unas pinceladas de la muestra de hasta 16 piezas que se podrán disfrutar a lo largo de las cinco sedes en las que estará repartida.

Luelmo ha trabajado en importantes espacios expositivos como el Museo Thyssen-Bornemisza, la Fundación Juan March en Madrid o el Museu d’Art Espanyol Contemporani de Palma de Mallorca.

La exposición, que abrirá sus puertas el próximo 18 de octubre y se mantendrá en Cuenca hasta febrero del próximo año, asegura toda una experiencia para el visitante en la que le invitará a reflexionar y replantearse su visión del mundo y de las emociones. Toda una vivencia inmersiva que Luelmo asegura como una “sensación única”, tanto por el contenido de la obra, como por su continente, dado que la convivencia de un método como el video arte y las localizaciones por las que se distribuye en el Casco Histórico de la ciudad, la dotarán de una singularidad inigualable en todo el mundo.

¿Qué se puede adelantar de lo que nos encontraremos en esta exposición de ‘La Vía Mística?

Se trata de una exposición de 16 piezas de Bill Viola, que van desde obras del periodo de 1977 al 79 y luego otras más contemporáneas a partir del 2014. Obviamente, siendo un referente del videoarte, Viola ha incluido esta especialidad a la muestra, emplazando un hilo espiritual en todas sus obras, que está reflejado a través de esa captación que hace de las emociones, la temática, la transcendencia, el sufrimiento, etc. Que se deja sentir en todas ellas.

¿Sentiremos una sensación en cada una de las sedes o estarán relacionadas?

La clave de esta exposición ha sido establecer una unión entre todas las obras, es por ello que tanto Bill Viola como su mujer, Kira Perov, directora de arte del estudio, han hecho hincapié en que no haya información adicional en las entradas, porque uno de los mayores ímpetus que quiere transmitir el autor es el objetivo de despertar en el visitante las experiencias e involucrarlo al disfrutar de sus obras. Así no hay ideas preconcebidas sobre la obra. Son unas obras que te mueven internamente y eso lo comparten todas y cada una de ellas. Eso sí, habrá un catálogo para aquellos que lo necesiten para informarles sobre la exposición.

Es decir, aunque las piezas estén repartidas por las distintas sedes, vamos a notar esa sensación en todas y cada una de ellas...

Vamos a tener un despertar de emociones y alma, pero siempre muy personalizado en cada visitante. No hace falta ser un erudito del arte. Viola experimenta con técnicas audiovisuales para el estudio de la condición humana: el nacimiento, los procesos, la muerte, el cambio, sufrimiento, emociones. Viendo la misma obra una persona puede percibir una sensación totalmente distinta a otra, pero eso sí, asegura que te va a llegar y vivir esa espiritualidad que hay dentro de sus obras. Esto va a propiciar que, en esta ruta de ir de una sede a otra, en ese camino, el visitante va a reflexionar y cuetionarse ideas a raíz de lo que ha visto para que le inspire en algún aspecto de su vida.

A pesar de esta experiencia conjunta, ¿qué criterio se ha seguido para repartir las obras por las distintas localizaciones?

En julio estuvo aquí Kira Perov viendo las sedes y pensando en cómo encajaríamos las obras en ellas. Estamos hablando de que una ciudad llena de edificios de carácter medieval, que no son espacios expositivos al uso, y una obra revolucionaria que utiliza técnicas como el video arte. Además de tener que adaptarnos a los espacios y edificios, cada obra demandaba unas peculiaridades, dado que hay piezas con sonido que no puede interferir con otras, entonces hemos jugado con eso.

¿Qué se experimentará en cada una de las sedes con la obra de Viola?

En Cruz Novillo hemos hecho unos montajes espectaculares, aquí hay mucha emoción, obras más intimistas, hay varias obras de la serie de las pasiones como ‘Observa’ y ‘El Quinteto del Silencio’, que son piezas muy emocionales donde se juega con la expresividad de las manos, las caras…

Luego en San Andrés tendremos la obra de ‘El Mensajero’, que es muy intimista y de gran formato y es una obra importante en cuanto al tamaño, por ello necesitábamos darle ese aire. Para el Museo de Arte Abstracto teníamos espacios más reducidos y aquí irán las obras de ‘Madison’ y ‘Sharon’ que son pantallas de plasma que se ajustan al entorno. Mientras que en San Miguel sí hemos construido una capilla con sonorización de las obras. En definitiva, hemos tenido que guiarnos por el tamaño y la temática, porque era obligatorio que el visitante viera un sentido en cada sala, el montaje es realmente sobrecogedor.

Con respecto a la otra gran exposición que acogió Cuenca, la de Ai Wei Wei, ¿qué cambios experimentaremos con esta?

La convivencia de la obra de Wei Wei con la Catedral fue algo rompedor, ahora con Bill Viola es diferente en el sentido de que este artista atrae masas por la sensaciones que despliega, tanto a personas que estén interesadas en el arte como a las que no. Creo que es una de las grandes exposiciones del mundo y que, además, tiene el aliciente de estar repartida en varias sedes, lo cual le da un aire definitivamente novedoso y distinto y con Cuenca se da ese binomio de arte contemporáneo y enclave medieval, lo que me parece único en el mundo.Esa mecla resulta muy rompedora, ¿supone esto un atractivo más para el visitante?

Esto no lo puedes hacer, por ejemplo, en Estados unidos. El que una ciudad pueda componer un espacio expositivo que se traduzca en varias sedes y a la vez se pueda transmitir ese aire vía o ruta que te permita reflexionar en el camino de una a otra, unido al enclave y el Casco Antiguo te va a trasladar a otro mundo. Es una iniciativa diferente, es una ocasión única.

Una de las quejas que hubo con la exposición de Ai Wei Wei fue que no tuvo la suficiente comunicación, hubo gente que en el día de la apertura no sabía lo que había en la Catedral. En esta ocasión ¿cómo afrontáis esta cuestión?

Va a haber una labor importante. Toda la ciudad va a estar plagada de banderolas con la imagen y las sedes de la exposición, habrá una página web donde estará toda la información y nuestro centro de repeción al visitante se va a instalar en la Oficina de Turismo de Cuenca. Todo eso junto a los típicos folletos gratuitos repartidos por establecimientos, enclaves, lonas en las sedes, etc. Con lo cual, será inevitable que un visitante a Cuenca desconozca dónde y cómo puede visitar la exposición, eso nos asegura que será un éxito tanto para el visitante, la ciudad y el arte.