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“En esta región hay muchísima afición al flamenco”

El guitarrista y cantaor daimieleño Ricardo Fernández del Moral, uno de los grandes del panorama actual, trae su arte este viernes al Teatro Auditorio de Cuenca
“En esta región hay muchísima afición al flamenco”
08/02/2018 - Nuria Lozano

El flamenco se prueba, se saborea y se siente. Ricardo Fernández del Moral es el manchego más flamenco, o quizá el flamenco más manchego. Es, sobre todo, una de las grandes figuras de este arte que ha mamado desde niño, sí, en La Mancha, y que le ha llevado a marcar hitos como el de ser el cantaor y guitarrista más premiado en una misma edición del Festival Internacional del Cante de la Minas. Inmerso en la preparación de su segundo disco, este viernes llega al Teatro Auditorio de Cuenca con el espectáculo ‘Más que flamenco’ que calará muy adentro de los que son entendidos y de los que no lo son tanto.

¿Cómo un niño de 8 años de Daimiel se interesa un buen día por el flamenco?

Parece que el flamenco es algo más del sur de España, pero Castilla-La Mancha es una región muy flamenca, hay muchísima afición. De hecho, en Ciudad Real, Toledo, Albacete y el sur de Cuenca hay un montón de pueblos con peñas flamencas. En Daimiel había una de ellas, de las que formaba parte mi padre y hubo una época en la que necesitaban un guitarrista y me puso a aprender a tocar y de su mano me acabó gustando. En mi casa me he criado viendo cantar a mi padre, escuchando a los grandes, es parte de mi vida desde la niñez.

Es un buen ejemplo el suyo de que el duende no entiende de fronteras...

El arte y el flamenco no entienden de regiones para hacerlo bien o mal. En Andalucía lógicamente hay mucha más afición y hay muchos más artistas, pero ha habido grandes artistas como Carmen Amaya, catalana, o Sabicas, que era de Pamplona. También Madrid ha dado grandes figuras al igual que esta región, donde tenemos a históricos como Jacinto Almadén, al que hay que agradecer que muchos cantes no se perdieran.

Su paso por la 52 edición del Festival Internacional del Cante de las Minas marcó un antes y un después en su carrera. Ni más ni menos que cinco primeros premios y la Lámpara Minera. ¿Cómo vivió esta experiencia?

Es el festival más importante del mundo del flamenco y era la primera vez que me presentaba, sin ninguna pretensión. Al final no me traicionaron los nervios y salió fenomenal. Fue un hito porque nunca antes ningún cantaor había acumulado tantos premios en una misma edición.

¿Con qué cante se siente más cómodo?

Todos los cantes son bonitos pero siento predilección por el que para mí es el Padre Nuestro del flamenco: la soleá. Es donde están todas las ramificaciones de los demás palos. Yo de hecho siempre empiezo mis actuaciones cantando por soleá en sus diferentes variantes y estilos.

Invito a la gente a que se quite los prejuicios de que el cante es algo antiguo. El flamenco durará mientras dure la vida

¿Y quién es para usted el maestro de maestros?

A la guitarra tengo varios referentes. Paco de Lucía es uno de los grandes, ha revolucionado este arte en general, por su manera de tocar y cantar. Incorporó muchas cosas al flamenco. Ahora los guitarristas cruzamos la pierna para tocar, es una posición más cómoda, pero eso fue algo que empezó hacer él, porque antes se pensaba que era una falta de respeto hacia el público.

Otros guitaristas de los que trato de aprender son la saga de los Habichuela o Paco Cepero; cantaores como Camarón, Fosforito o Enrique Morente son los que me llegan a tocar la fibra.

En 2014 sacó su primer disco ‘Yo solo’. ¿Para cuándo el segundo?

Espero poder tenerlo para este año porque estamos ya trabajando en él. Aún no tenemos título, pero sí puedo decir que combinará el flamenco más jondo con cantes más festeros.

Estuvo en Cuenca el año pasado presentando ‘Quijote y Olé’. ¿Cómo encaja el ingenioso hidalgo con el flamenco?

Extraordinariamente bien de la mano de un fenómeno de la literatura que se llama Mariano Lezcano, de Alcázar de San Juan, al que se le ocurrió escribir El Quijote en verso. Me regaló este ‘Romancero Quijano’ y yo adapté esas letras utilizando diversos palos y en el espectáculo hacemos algunos de los episodios más famosos.

¿Qué ofrecerá este viernes en el Auditorio de Cuenca?

Tocaremos palos clásicos, pero como dice el título del espectáculo, será más que flamenco. Llevaremos muchas canciones que la gente conoce como coplas, rancheras, o habaneras al flamenco. Además, durante el concierto voy explicando a los espectadores de donde vienen estas músicas y algunas curiosidades, hago una parte didáctica, porque vienen muchos aficionados pero también hay gente que se acerca a este estilo por primera vez.

¿Puede cualquiera disfrutar del flamenco?

Es la mejor herramienta para contar lo que sentimos tocando la fibra del que escucha. No hace falta entender, solo sentarse y sentir ese escalofrío. Yo invito a la gente a que se acerque, lo pruebe, y se quite los prejuicios de que es algo antiguo. El flamenco existirá mientras exista la vida.