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“Las empresas incumplidoras hacen con uno lo que con el siguiente”

CCOO tiene desde marzo su primera secretaria general mujer, María José Mesas (Las Pedroñeras, 1979). Entre sus retos, lograr el ansiado cambio de sede y mejorar la calidad del empleo.
“Las empresas incumplidoras hacen con uno lo que con el  siguiente”
María José Mesas. Foto: Saúl García
31/10/2017 - Las Noticias

Con estudios de Psicología y procedente de una familia “con mucha conciencia de clase”, María José Mesas considera “fundamental” el hecho de que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad, algo que en el caso de CCOO destaca que ya ocurre desde hace mucho tiempo en sus principales federaciones. Ella misma llevó durante años las riendas de los Centros de Orientación para el Empleo y el Autoempleo y del Centro de Información a Trabajadores Extranjeros, además de dirigir la Federación Agroalimentaria. Aunque, añade, en un sindicato como CCOO las decisiones no las toma una única persona, sino que prima el trabajo “en equipo”.

De cara al nuevo curso, antes del verano ya anunció que el objetivo era lograr lo antes posible un acuerdo con el Ministerio de Trabajo para cambiar de sede...

Es un tema que nos está dando un gran dolor desde hace años. Nosotros estamos trabajando por salir de aquí, pero la cuestión es que esto es propiedad del Ministerio y hay que hacerlo a través de una permuta, y creo que este edificio tiene serias dificultades para resultar interesante para permutarse con otra administración o alguien al que le pueda interesar. Las instalaciones no reúnen las condiciones para soportar un invierno más: hay problemas de accesibilidad, humedades... En invierno se pasa muchísimo frío porque por las ventanas se pierde muchísimo calor y en verano nos morimos de calor. Es una cuestión de extremos y de contrastes. Los baños se averían cada dos por tres, cuando enciendes un radiador para calentarte, porque con la calefacción es insuficiente, salta la luz… Falta ventilación en los despachos y el espacio se nos está quedando pequeño. por lo que la opción es que el Ministerio, bien a través de un alquiler, bien a través de la compra de otros locales, asigne algo a cada organización.

El inmueble no cumple unos mínimos para garantizar un trabajo digno pese a ser propiedad del Ministerio de Trabajo...

Es evidente que no se cumplen las normativas de salud en el puesto de trabajo, algo realmente grave primero porque esto no saltó ayer, sino que llevamos muchísimos años así. El Ministerio es además bien conocedor de las condiciones que tenemos porque aquí han mandado técnicos, arquitectos, y se han echado las manos a la cabeza. Hemos sido conscientes de que el problema de esta sede no es único, que existe una Comisión de Patrimonio Sindical que tiene que abordar la cuestión de este y otros edificios, en general en situaciones bastantes complicadas, pero a Cuenca se la está dejando olvidada. No se nos da la prioridad que actualmente tenemos.

Y no parece que vaya a haber solución a corto plazo…

Tiene que haber solución y la tiene que haber en breve. Yo espero que no se nos vaya mucho más en el tiempo. Es más, en breve espero volver a tener una reunión de la Comisión de Patrimonio y empezar a dar pasos más en firme, con una propuesta concreta de ubicación.

Hablemos del paro.La provincia cuenta ahora mismo con 13.265 desempleados, según los útlimos datos del Ministerio de Empleo, 586 menos que hace un año. ¿Algo vamos mejorando?

Hace poco leía un artículo muy interesante en El País que decía que, aunque se había suscrito un número mucho mayor de contratos, bajaban el número de cartillas de afiliación de la Seguridad Social y el número de cotizantes. Eso pone de manifiesto que la última reforma laboral está siendo dañina: se está cargando un mercado laboral seguro, estable y de calidad y el empleo es cada vez más precario e incierto. No hemos sacado la cabeza de una crisis galopante cuando probablemente empecemos a sumergirnos en otra. El modelo de mercado no garantiza un crecimiento económico seguro y estable para el país, y lo único que está haciendo es segregar la población y que cada vez haya más desigualdad social y laboral.

"El modelo de mercado no garantiza un crecimiento económico seguro y estable para el país"

Empleo sí se crea, pero precario…

Es un empleo muy precario, parcial, estacional. Donde antes había un contrato, ahora se sacan tres. Ni más ni menos. Esto nos permite maquillar las cifras del paro, pero no es el modelo de crecimiento económico ni el marco laboral que queremos para poder tener estabilidad y un crecimiento que responda a las necesidades.

Hay además mucha gente con contrato parcial al que luego el empresario le pide que meta más horas…

Eso es cierto, por supuesto. Determinados sectores permiten ese tipo de actuaciones, con contratos de media jornada cuando luego la jornada se amplia a ocho-doce horas.

Esa gente con contrato parcial cobra por debajo de la media, con lo cual luego puede consumir menos, y el día de mañana no tendrá una gran jubilación al no cotizar a jornada completa… No sé si la gente es consciente de ello.

Claro que es consciente, pero muchos hacen de la necesidad virtud. Además del tema de las pensiones, con esto sucede que se está infracotizando a la Seguridad Social. Y ello afecta en la protección social de cara a cuestiones actuales como a la prestación por desempleo, a una Incapacidad Temporal (IT) por enfermedad común, por accidente laboral…. Con estos contratos se está debilitando el sistema de protección, social y público. Es algo que debería vigilarse mejor.

¿Y los trabajadores no deberían reclamar?

Yo creo que nadie está contento cuando es plenamente consciente de que no se garantizan sus derechos, porque eso es algo que le resta. Pero sí es cierto que determinadas reclamaciones son complicadas. Ante la protesta, te puede llegar el despido. Y, luego, si uno quiere hacer valer esa protesta, tiene que iniciar una vía administrativa y una vía judicial que es compleja, lenta, tardía. Además, en muchos casos no existe una rentabilidad entre lo que uno se puede llevar y el trabajo que le puede suponer. Si por ejemplo uno quiere denunciar un trabajo de tres meses a media jornada, difícilmente le puede compensar lo que pueda corregir, que probablemente ni siquiera se corrija, porque este tipo de empresas incumplidoras, que no son todas, lo que hacen con uno lo hacen con el siguiente.

La gran apuesta para crear empleo y riqueza en la provincia es el turismo, pero ahora ya se habla de un posible retroceso del turismo en España…

Tiene que haber equilibrio en todo. Lógicamente el turismo es muy importante. Mueve una parte muy importante de la economía y nadie puede darle la espalda. Pero tenemos que ver y entender que necesitamos un turismo organizado, controlado. Y no es lo mismo la afluencia turística que pueda haber en un sitio de costa que en un sitio de interior. Se trata entonces de controlar y organizar toda actividad que se quiera crear, ya sea turística, industrial, agraria. Sin embargo, cuando las cosas no se planifican pueden tener consecuencias negativas a medio y largo plazo que pueden suponer conflictividad social.

Siempre se dice que lo que le falta a Cuenca es industria…

Aquí no hay industria quitando la zona de Tarancón, donde tiene un gran peso la empresa cárnica. En la capital no hay nada. La situación no es mala, sino lo siguiente: dramática. No ha habido una apuesta por el desarrollo. Y donde hay actividad industrial no hay desarrollo económico, fijación de población, crecimiento, servicios, estructura…

¿Se puede hacer algo para que Cuenca resulte interesante para que se instalen en ella empresas?

Yo creo que siempre se puede hacer algo. Tenemos polígonos hechos que reúnen servicios. Es cuestión de apostar. Y de ver qué tipo de industria queremos. Porque, lógicamente, el ATC no es la solución a una comarca, sino todo lo contrario. Creo que Cuenca perdió una gran oportunidad en su día con el tema del AVE: entendemos que si la estación se hubiera ubicado en el centro eso nos hubiera permitido vertebrar y crear un modelo de ciudad totalmente distinto al que tenemos. Hubo una falta de responsabilidad política total, tanto de unos como de otros, y lo vamos a pagar durante mucho tiempo.

Se entiende que una estación como la que se ha construido hubiera revitalizado todo el centro…

Sí. Y es que además existía un proyecto para que el AVE pasara por el centro mucho más económico que llevárselo a las afueras. A todo el mundo se le llena la boca hablando del potencial turístico que tiene Cuenca, pero para eso hay que dotarla de unos servicios que no tiene. Y la gran oportunidad la perdimos con esta ubicación.

Tampoco se ve que el AVE contribuya al desarrollo económico de Cuenca...

A día de hoy no. En Cuenca, de hecho, la poca empresa mediana que teníamos desapareció durante la crisis.

"A todo el mundo se le llena la boca hablando del potencial turístico que tiene Cuenca, pero para eso hay que dotarla de unos servicios que no tiene"

Tampoco se ve que el AVE contribuya al desarrollo económico de Cuenca...

A día de hoy no. En Cuenca, de hecho, la poca empresa mediana que teníamos desapareció durante la crisis.

Pasemos a la negociación colectiva: algunos avances está habiendo...

A diferencia de los últimos años de congelaciones salariales se están firmando convenios con algunas subidas. Pero son insuficientes. No podemos permitirnos que después de que la patronal nos exigiera responsabilidad, altura de miras, para salir de la difícil situación económica, ahora que se está viendo que las empresas dan beneficios en sus balances, tengan esta posición de resistencia a que se pacte. De ahí que hayamos sido incapaces de llegar a un acuerdo para la negociación colectiva en 2017 para regular la horquilla que nos guíe en las diferentes mesas. Esto pone de manifiesto esa actitud del empresariado de no entender cómo funciona la sociedad. Porque aquí nuestras empresas se nutren básicamente del consumo interno. Y si a los trabajadores no les llega dinero al bolsillo, no van a consumir. En el caso de Cuenca, se han firmado el del comercio, el agropecuario, muchos convenios de empresa en bastante buenos términos, pero todavía nos falta recuperar todo lo que perdimos durante la crisis.

Y los hay totalmente bloqueados, como el de panaderías, con una actitud de la patronal que aboga incluso por quitar derechos sociales que estaban conquistados.

Hay preocupación por el futuro de las pensiones, por las que se han estado movilizando en estos últimos días…

Las pensiones son viables pero tienen que atajarse algunas cuestiones, porque se está utilizando su caja para otras historias. Y entonces no solo se están poniendo en riesgo las pensiones a medio y largo plazo, sino que se está empobreciendo a nuestros pensionistas. Existen sin embargo mecanismos que suponen algunas reformas profundas pero necesarias para tener un modelo público de pensiones totalmente viable. Nosotros tenemos una serie de propuestas, entre ellas incrementar las bases de cotización, que las bases medias de cotización de los autónomos se equiparen al régimen general, que se luche contra la economía sumergida y que se pongan en marcha políticas de empleo.

"Las pensiones son viables pero tienen que atajarse algunas cuestiones, porque se está utilizando su caja para otras historias"

En el caso de la administración regional, ¿cree que con Emiliano García-Page está mejorando la situación?

Se ha mejorado algo, es evidente. Arrasar se hace rápidamente, como nos ocurrió con las políticas de Cospedal, y construir es mucho más complicado, pero el Gobierno regional está llevando un ritmo desesperante y lento en materias como educación. Sí es cierto que ahora por ejemplo los interinos van a cobrar el verano, pero hay colegios ruinosos que necesitan muchas reformas, las ratios siguen siendo altas…

Con Diputación las relaciones no son muy buenas…

Sus políticas no nos parecen malas, sino lo siguiente. La política más dura, la más reprochable, es su negativa a sumarse a la segunda convocatoria del plan extraordinario de empleo. Que una provincia como la nuestra, con tantísima zona rural, por una cuestión solamente política renuncie a poner en marcha un plan pese a encontrarse en unas condiciones económicas adecuadas, nos parece nefasto y dañino. Se han perdido muchos empleos de seis meses de duración y 21 de protección, lo que para la gente que no tiene nada es muchísimo, además de muchas inversiones.

¿Y cómo son sus relaciones con el Ayuntamiento de la capital?

Igual que con la Diputación: nulas o escasas. En julio tuvimos la primera toma de contacto después de una petición del nuevo equipo de dirección de CCOO que hicimos en marzo. Entendemos que hay cuestiones que nos preocupan como la intención de eliminar tres organismos autónomos.

Parece difícil que se vayan a poder mantener los empleos si los tiene que asumir íntegramente el Ayuntamiento…

Sí, sobre todo cuando el capítulo 1, de Personal, no lo puedes ampliar. Tendrá que decirnos el alcalde o el concejal de Hacienda qué fórmula han encontrado y por qué la necesidad de abordar esto sin transparencia ni previa comunicación al resto de grupos políticos ni a los representantes de los trabajadores.

¿Cómo va el sindicato de afiliación?

Seguimos creciendo. Sí es cierto que los años de la crisis nos pasaron factura y bajamos, pero ya desde finales de 2015 nuestra tendencia es de crecimiento. Un crecimiento pequeño, pero que se mantiene, que es lo fundamental.

A mucha gente le costará pagar la cuota dados los salarios de ahora...

Pero tenemos cuotas en función de las situaciones. Nuesta forma de trabajar sí que es compleja, porque ya no tenemos una gran empresa que aglutine a cientos de trabajadores bajo un mismo CIF y condiciones, sino empresas donde operan otras empresas, donde cada trabajador responde a un convenio diferente, ETTs, falsos autónomos, cooperativas, jornadas parciales… Una realidad difícil de abordar y compleja, que dificulta nuestra proximidad y una respuesta colectiva al problema. Pero estamos trabajando en ello y entendemos que el sindicalismo es tan necesario como lo era en el siglo pasado.