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“Empecé en la Escuela Taurina sin saber coger ni una muleta ni un capote"

El novillero conquense sin caballos ha pasado dos meses en Sevilla preparándose física y psicológicamente. Su objetivo para esta temporada es debutar con picadores
“Empecé en la Escuela Taurina sin saber coger ni una muleta ni un capote"
Fotos: Saúl García
24/03/2019 - D.C.

Dice que en la vida “lo más importante es saber lo que quieres”. Y Sergio López Abril (Cuenca, 1994) lo ha tenido muy claro desde que su madre empezó a llevarlo a corridas de toros desde muy pequeño. Por eso, decidió apuntarse a la Escuela Taurina de nuestra ciudad hace más de siete años, en los que no ha dejado de trabajar para alcanzar su sueño: llegar a ser torero. De momento, el objetivo del joven novillero para esta temporada es debutar con picadores.

“Empecé en la Escuela Taurina sin saber coger ni una muleta ni un capote. Estuve tres años sin torear porque nunca me había puesto delante de una vaca”, recuerda el joven, que detalla que en su familia no hay nadie que se haya dedicado al mundo del toreo.

Pero ya lleva toreando cuatro años, sobre todo en los dos últimos. “Al principio tenías la ilusión de cerrar dos o tres fechas. Con eso te conformabas para toda la temporada”, apunta este conquense.

Aunque ahora sus sueños son más grandes. El novillero destaca de su trayectoria haber participado en dos certámenes en Televisión Castilla-La Mancha con gran repercusión y haber toreado en Cuenca y Béziers (Francia), entre otras poblaciones.

La joven promesa acaba de regresar recientemente de Sevilla, donde ha pasado dos meses preparándose física y psicológicamente . “Decidí pasar al toreo de campo. He tentado 30 vacas”, subraya. Ya de regreso en Cuenca, López Abril entrena todos los días tres horas, en las que trabaja el aspecto físico y el toreo de salón. “También vemos vídeos. Cada día es diferente”, indica.

“Empecé en la Escuela Taurina sin saber coger ni una muleta ni un capote"

Esta temporada espera debutar con picadores. En realidad, era su planteamiento del año pasado pero le pilló un novillo y tuvo que retirarse momentáneamente a causa de una herida. “Novillero con caballos es un paso muy grande. Ya son toros”, explica, mientras recuerda la primera vez que se puso frente a una vaca: “Es una subida de adrenalina”.

“Como lo he mamado desde pequeño, el toreo significa todo para mí. Necesito entrenar todos los días”, reconoce el joven, que ha hecho un Grado Medio de Cocina y ahora se ha centrado en prepararse para el mundo del toreo.

En relación con las críticas de los antitaurinos, dice respetar todas las opiniones pero les invita a adentrarse en este mundo: “Si lo conociesen por dentro, desde los ganaderos hasta los aficionados, todo lo que mueve, lo mirarían de otra manera”.

El novillero cuenta con el apoyo incondicional de su gente y también de una peña taurina que le arropa: “En mi familia todos están conmigo y vienen a apoyarme. Nunca me han dejado solo. Eso te da fuerzas”.

“Cuando ya lleve un número de novilladas con picadores y me sienta preparado, podré ser matador de toros. Cuanto mejor estés físicamente, más seguro te sientes delante del animal”, aclara. Le gustaría llegar a las emblemáticas plazas de Sevilla y Madrid, pero su sueño es tomar la alternativa en su tierra, en Cuenca.